1.- Claudia, mi descubrimiento. - Relatos Eróticos

1.- Claudia, mi descubrimiento.

... las mañanas llegaba, me daba instrucciones y direcciones y eso era todo, regresaba más tarde a entregar el auto y después me iba a mi casa. Un día el metro en el que yo viajaba se descompuso a mitad del túnel, no tenía forma de salir y fue hasta casi una hora después que repararon la falla del metro, afortunadamente al llegar a la empresa mi jefa supo de esa falla en el metro así que no me llamó la atención, por el contrario me premió, me preguntó que si tenía un lugar donde guardar el auto a lo que le contesté que sí, entonces me ofreció que me lo llevara a mi casa para tratar de evitar esos retardos, además muchas veces me daba el trabajo por adelantado para así salir directo de mi casa a las empresas que ella me indicaba, había veces que no regresaba a la empresa sino hasta el día siguiente. 
Por aquel entonces noté que algo extraño pasaba en la relación matrimonial de mi vecina, varias veces me di cuenta que su esposo pasaba por horas dentro de su coche; me enteré que su marido la había engañado con otra mujer y por venganza ella se consiguió un amante al cual metía a su casa mientras su esposo esperaba en la calle; el vecino entraba a su casa hasta que el amante de mi vecina salía; ¡valla humillación! Cuando llegaba de trabajar subía a mi azotea e intentaba ver a mi vecina con su amante, la espiaba, pero solo veía que se dedicaban a platicar, para después besarse y de vez en cuando se abrazaban y se besaban.
Un día tuve la suerte de ver algo más caliente entre ellos, ...

... pude ver que se besaban con mucha pasión, yo ni pestañaba para no perder ningún detalle de lo que hoy hacían; cada vez se tocaban más  y empezaron a desnudarse y a acariciarse, no podía ver más pues las cortinas de sus ventanas lo impedían pero a pesar de eso se apreciaba que los dos quedaron completamente desnudos; mi hermosa vecina solo quedo en zapatillas, continuaron besándose y tocándose, ellos dos estaban muy juntos; pasaron un tiempo así y después mi vecina se arrodilló ante él, para mi mala fortuna él quedó de espaldas a la ventana y no pude ver bien lo que la muy zorra de mi vecina le estaba haciendo pero no dudo ni un instante que le estaba dando una súper mamadas a la verga de su amante, no podía ver más pero era obvio; deseaba ver como la puta de mi vecina se tragaba el pene de su amante, me desesperaba no poder ver como lo hacía, solo veía como su cabeza se movía hacia adelante y hacia atrás; no tenía ninguna duda de que la muy zorra le estaba mamando el chile; yo esperaba que ahí mismo tuvieran relaciones, pero para colmo de males se fueron de ese lugar y supongo se fueron a la recamara; y fue todo lo que pude ver. Sentí una especie de envidia, deseaba ser tan zorra como mi vecina en ese momento, tenía un enorme deseo por tocar y mamar un pene. Quedé con una gran confusión tan grande como mi calentura, no sé por qué deseaba hacer lo mismo que ella, pero no tenía con quien. Me sentía enojada, molesta conmigo misma por no tener tanta facilidad de ser tan puta como ...