1.- Claudia, mi descubrimiento.
Fecha: 29/12/2021,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: Claudia, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
1.- Claudia, mi descubrimiento.
Mi nombre es Claudia y soy de la ciudad de México; actualmente tengo 23 años, mido 1.68 mts y desde mi adolescencia he gozado de un cuerpo muy tentador, sinuoso y envidiablemente hermoso, del cual me siento muy orgullosa, con una cintura estrecha y un vientre plano, unas piernas largas y bien torneadas, mis nalgas duras y redondas; mis senos firmes y atractivos. Mi rostro es embellecido por un par de ojos grandes y negros, una nariz larga y afilada; mi boca es pequeña, pero con labios gruesos y muy sensuales; mi cabello color negro un poco largo y levemente rizado y soy de tez morena clara.
Mi vida sexual inicia desde mis 16 años y fue inspirada gracias a una vecina. ella fue el detonante principal de mí vida sexual. Ella tenía una edad de 30 años aproximadamente, rubia, con un cuerpo de concurso, físicamente ella tenía todo lo que un hombre puede desear de una mujer, una linda cara, pechos grandes y hermosos, unas nalgas envidiables, sus piernas bien torneadas y hermosas; mi vecina acostumbraba a usar sus vestidos un poco arriba de las rodillas, no eran muy cortos, pero con ese cuerpo se veía endemoniadamente bella, aparte las zapatillas que usaba hacían realzar más su hermosa figura; mi vecina era casada y con 2 hijos.
Muchas veces tuve la oportunidad de verla cuando bajaba de su coche y descuidadamente su vestido se le subía y mostraba sus hermosos muslos. Al parecer a ella no le molestaba que yo la viera, no se si no le importaba y lo ...
... hacía a propósito o simplemente yo no existía para ella. En las noches cuando me iba a dormir recordaba a mi vecina justamente cuando se bajaba de su auto mostrándome sus bien torneadas piernas. Empecé a obsesionarme por mi vecina incluso empecé a admirarla; sentía la inquietud de ser y verme como ella; su forma de caminar me gustaba y me inquietaba. No podía dejar de pensar en el cuerpo de mi hermosa vecina, no podía quitarme de la mente lo sensual y excitante que se veía al bajar de su auto.
Su casa estaba pegada a la mía y una de sus ventanas era visible desde la azotea de mi casa, cuando no acomodaba sus cortinas podía ver un poco de la parte del interior de su casa. Una noche de tantas en que espiaba a mi vecina tuve la suerte de verla justamente cuando ella se desnudaba, estaba de espaldas quitándose la ropa, por primera vez veía desnuda a la hermosa de mi vecina; por lo que me di cuenta a ella le gustaba pasear desnuda por su casa y algunas veces llegué a verla de frente, pudiendo apreciar su depilada rajita y sus grandes y hermosos senos. Y desde ese entonces comencé a espiarla más seguido, aunque muchas veces no tenía suerte. A la hora en que me iba a dormir no dejaba de pensar en ella, en sus senos, en sus piernas, en sus bien paradas nalgas, en su raja, en todo su hermoso cuerpo desnudo.
Eran como las 2 am de una calurosa noche y sentía una sensación extraña en mi cuerpo y no precisamente por el calor de la noche. Salí de mi habitación completamente desnuda y ...