1.- Claudia, mi descubrimiento. - Relatos Eróticos

1.- Claudia, mi descubrimiento.

... por tan hermoso espectáculo que les di; caminé por las calles del centro histórico, me di cuenta que a esa hora aún había familias completas, mujeres y hombres solos, así que empecé a caminar sin ninguna preocupación. La noche y la hora, aparte del suave viento que acariciaba mi cuerpo me hacían sentirme muy cachonda, deseosa de cumplir mi fantasía; me calentaba aún más ser la atracción de muchas miradas masculinas; algunos hombres que pasaban a mi lado me mandaban besos, otros me decían piropos y palabras como: mamacita, muñequita, hermosa, ¿te acompaño preciosa?, mi reina y otros más atrevidos me decían cosas más candentes, nunca había escuchado tantas palabras dirigidas hacia mí y me sentía contenta de sentirme admirada y posiblemente deseada; llegué al palacio de bellas artes y ahí encontré un lugar donde sentarme; ya conocía ese lugar, pero era la primera vez que estaba ahí con mi nueva personalidad y me sentía excelentemente bien, A pesar de estar sola ningún hombre se animaba a acercarse a mí, únicamente me decían piropos y eso de lejitos; pero no faltaron los atrevidos que iban en busca de sexo; fueron 2 tipos en tiempos diferentes que me lo propusieron de forma muy directa y aunque yo me sentía muy cachonda y deseosa de chupar una buena verga me di cuenta que esta no era la manera de llegar a eso, yo necesitaba que me conquistaran, que me consintieran, que me hablaran bonito y estos hombres buscaban sexo fácil y rápido; no me espantaba pero tan solo de escucharlos y ...

... verlos medio borrachos me hizo razonar que no era ni el lugar adecuado ni las personas adecuadas para cumplir mi fantasía. Ya me sentía segura y satisfecha en mi primer día con mi nueva y bella personalidad, era muy linda la noche para seguir disfrutando ese lugar; la luz de la luna, el viento fresco y ligero me hacían sentirme muy cachonda y por el momento no importaba lo demás, ya tendría el tiempo suficiente y llegaría el chico adecuado para lograr mi fantasía. Tuve la idea de probar el poder de mi sonrisa y mientras me dirigía al estacionamiento por mi auto le sonreí a un chico que iba solo, él inmediatamente se detuvo  y me abordó, me pidió que le permitiera acompañarme; de inmediato mordió el anzuelo y le contesté con la misma sonrisa que sí; se presentó muy amablemente como Octavio, apenas le di el consentimiento para hablarme y no dejaba de adularme, de decirme lo bella que era y que no podía creer que una mujer tan hermosa estuviera tan solita, yo le dije que era casada pero que mi esposo estaba de viaje y que simplemente me gustaba caminar por las noches pues se me hacía muy relajante. Según él, compartíamos los mismos gustos, fue un gran pretexto para después ser más directo y empezó a persuadirme para que aceptara su invitación a bailar e ira a tomar unas copas y después ir a un hotel y pasarla de maravilla; la forma en que cambió su plática empezó a molestarme y me empecé a negar, a unos metros antes de llegar al estacionamiento me paré frente a él y le dije que ...