1.- Claudia, mi descubrimiento. - Relatos Eróticos

1.- Claudia, mi descubrimiento.

... jefe cerca; él ni siquiera pudo pedirme el teléfono. Ya había recorrido todo el centro comercial y ahora decidí ir a cenar; iba rumbo al Sanborns cuando me alcanzó el chico del radioshack, me explicó que había pedido permiso para ir al baño, que le había parecido muy bella y quería conocerme, por supuesto que me hice la difícil, pero finalmente “logró sacarme mi número telefónico”; una vez que se lo di se fue corriendo muy contento; entonces seguí mi camino hacia el Sanborns, no había avanzado ni 10 metros cuando me abordó otro hombre, a él no lo reconocí, pero claro que también tenía la oportunidad de conocerme. Se presentó como Julián, me “presumió” que él era el jefe de piso y que había estado observándome desde el primer momento en que me vio llegar; según él ya se iba a su casa pero que me vio y decidió no perder la oportunidad de conocerme. La iluminación del estacionamiento era muy baja,  hacia un calorcito muy rico con una brisa deliciosa y que me estaba poniendo muy cachonda; analizaba la posibilidad de realizar mi otra fantasía con este chico, este era  el momento  ideal y estoy segura que bastaba mencionarle mi atrevida proposición, para poder darle unas buenas mamadas a ese hombre; pero decidí que era mejor esperar un poco más (entre mi dije: si él me lo pide, ni para dudarlo); cuando me pidió mí teléfono me hice la difícil de la misma manera que con los otros chicos, le puse la excusa que ya tenía hambre y no podía ni pensar, (sin saberlo dije las palabras ...

... mágicas para cenar gratis), él me invitó a cenar, acto que en verdad me pareció muy buena idea; Julián y yo fuimos a cenar al restaurante y más tarde “logró sacarme el número telefónico” y seguimos platicando y riendo, la verdad me pareció muy agradable y era así como muy seductor, me imagino que así era con muchas chicas, cosa que ni me importaba, pues yo pasé un rato agradable en mi posición de mujer. Cuando terminamos de cenar se ofreció a llevarme a mi casa, pero le dije que traía auto; pagó mi boleto del estacionamiento, me llevo justamente a mi auto y dándome un beso en la mejilla nos despedimos; puse en marcha mi auto y me fui hacia la salida; ese hombre representaba la última oportunidad, en ese día, de poder lograr mi otra fantasía, de poder mamar una buena verga; detuve mi auto y estuve a punto de regresarme y pedírselo, pero me aguanté y decidí esperar unos días más. Apenas eran las 10:15 pm, era muy temprano para regresar al hotel, me quede en el estacionamiento unos instantes ideando que hacer, pensaba en cambiarme el vestido que traía puesto por uno más audaz, pero no lo hice pues de por si me veía muy provocativa y no sé qué pasaría con uno más atrevido. Salí entonces del estacionamiento, tomé la vía rápida para llegar rápidamente a la ciudad, pues sabía que ahí la vida nocturna no descansaba. Llegué a un estacionamiento y me bajé de mi auto tal y como a mí me gustaba, enseñando las piernas " descuidadamente", creo que todos los trabajadores de ahí me lo agradecieron ...