De esposa a mitress
Fecha: 07/05/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos
... pero aquí me dieron otra pista: una tienda de segunda mano ubicada en el otro extremo de la ciudad tenía ese nombre, tal vez no fuera la marca tal vez sería el nombre del negocio.
Antes de recorrer en el tráfico de esas horas decidí pasar por el resto de las tiendas del centro comercial, solo perdí mi tiempo en ninguna tienda de por ahí sabían nada de esa marca.
El móvil sonó, era Mónica mi señora.
Conteste de inmediato.
—Señora.
—¿Cómo vas en tu tarea?
Es algo sencillo, espero que ya lo tengas.
—En eso estoy señora.
—Si quieres vaciarte, y tener el privilegio de que yo te toque debes traerlo antes de las seis a la casa.
Luego colgó, ya había perdido toda la mañana en eso, no había almorzado y casi era hora de comer pero aún debía manejar hasta esa tienda al otro lado de la ciudad y volver a casa antes de las seis así que compre algo rápido y me fui comiendo mientras conducía para no perder el tiempo.
Gracias al GPS llegué al local, era una tienda distinta a las tiendas que había visitado, todo era de segunda mano, vendían de todo, desde puertas de madera usadas hasta ropa casi cualquier cosa que necesites para la casa.
El trayecto duró cerca de una hora así que si no me entretenía mucho aún tenía tiempo para llegar a casa antes de las seis.
Le expliqué la situación a la señorita y me dijo que no sabía bien lo que ocupaba desesperado le mostré el mensaje sin importar que pudiera leer todo el contenido del juego. Se puso roja cuando leyó ...
... pero al final ella me dijo:
—Señor no creo que se refiera a una marca, es más ni siquiera a esta tienda, lo que pienso es que ella le está pidiendo una talla su esposa quiere un vestido de la talla chica o mediana.
Abrí mucho los ojos casi la bese en la frente.
Pero claro un vestido talla chica o mediana para que lo pudiera usar Mónica.
Por fortuna ella tenía algunos pocos vestidos ahí así que compre uno por si el tiempo no me alcanzaba. Luego salí disparado de nuevo al centro comercial porque no quería llegar con un vestido de segunda mano.
Así que llegue de nuevo al centro comercial, no perdí tiempo y fui directo por el vestido brilloso que vi antes, le explique todo a la chica mientras me atendía. Aunque ella quería saber más detalles le rogué que se apurara apenas me quedaba tiempo de ir a casa.
Llegué a las seis menos uno, pero cuando entre a casa eran las 6:02 Mónica estaba de pie junto a la puerta con cara de pocos amigos.
Al principio no le gustó que haya llegado tarde, pero cuando vio que además del vestido también llegué con zapatos, aretes y una bolsa se relajó un poco y me dijo.
—Puede que aún tengas suerte
Puede que sea en otra ocasión.
¿Qué me compraste?
Más tarde fuimos a un pequeño local con música en vivo la pasamos bien entre algún trago y un poco de botana la pasamos todos saltando y cantando al ritmo de la banda en el escenario.
—Tengo unas ganas enormes, vamos a casa.
Tome la mano de Mónica y salimos del pequeño pub ...