1. De esposa a mitress


    Fecha: 07/05/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos

    ... su puerta y la ayudé a subir para luego ir al lugar del conductor.
    
    No podía quitar mis ojos de sus piernas mientras encendía el auto y esperaba sus indicaciones de a donde ir.
    
    —¿Qué esperas idiota? vamos al centro comercial. Tengo ganas de comprar lencería nueva.
    
    Llegamos al centro comercial y nos dirigimos directamente a su tienda de ropa favorita, ahí fuimos al área de lencería ella tenía una expresión burlona.
    
    —Cariño hoy quiero que elijas las bragas.
    
    Estuvimos mirando por unos minutos las bragas hasta que encontré unas que me parecieron apropiadas mentalmente ya las había puesto en el trasero de mi esposa, cerré los ojos e imaginé cómo se le vería la delicada fina tela sobre su cuerpo, lo que lucirá el encaje en su culo, una señorita se nos acercó.
    
    Cuando la señorita ya estaba lo bastante cerca solo dijo: te vas a ver bien en esas bragas. Asegurándose que la empleada escuchara y volteara a verme.
    
    Sentí el color subir por mi cara y la mirada fija de la mujer sobre mí, pero no dijo nada con una sonrisa disimulada volteo a ver las bragas para bajarlas del aparador solo se limitó a decir: excelente elección.
    
    De ahí fuimos a una tienda de juguetes para adultos, compramos tres cosas un arnés que se podía usar con cualquier dildo, también eligió una elegante caja negra con tinto y letras doradas era un dildo doble para el arnés que no entendí en ese momento cómo lo usaría.
    
    —Sabes este dildo lo estrenaremos para una ocasión especial se me ocurre que ...
    ... pueda ser la primera vez que te deje eyacular después de tu castidad.
    
    Debe tener un nombre (volteando a ver al chico de la tienda preguntó), ¿Qué nombre recomiendas?
    
    —Sí es lo que estoy pensando podría ser el rompe culos.
    
    —jajaja!!! suena divertido lo pensaré aunque tengo predilección por los rusos así que será "Lenin"
    
    Por último compré un candado de castidad para mi mismo, y como ocurrió en la tienda de lencería, también ahí habló en voz alta para que el joven empleado del lugar escuchara.
    
    —Te vas a ver muy bien encerrado con este dispositivo.
    
    Ya quiero llegar a casa para que te lo pongas
    
    Luego sonriendo al encargado le dio las gracias prometiendo volver después.
    
    De ahí nos fuimos directo a casa, Mónica sacó mi rasuradora, me la dio y me ordenó rasurar todo mi vello púbico, después con un rastrillo y jabón di una última pasada.
    
    Cuando estaba totalmente depilado de esa zona Mónica sacó de su bolsa el candado puso el aro de plástico por detrás de mis testículos, luego lo cerró. Yo estaba tan excitado que tuvimos que esperar un poco para poder poner la capucha del pene simplemente así erecto no entraba en la jaula.
    
    Cuando por fin lo encerró ella se rio al verme una risa entre burla y satisfacción me ordenó caminar de aquí para allá en el baño; el ruido del candado a cada paso que daba la hacía reír más fuerte.
    
    Así fue como empezó mi castidad. Los primeros días fueron difíciles no lo tenía puesto todo el día, su uso fue gradual primero unos minutos ...
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