1. De esposa a mitress


    Fecha: 07/05/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos

    Nunca había estado en castidad en esas condiciones, bueno cuando mi mujer había dado a luz o la habían operado fueron más días, pero ahí me podía tocar hasta derramarme, podía masturbarme cada vez que yo lo quisiera.
    
    Pero ahora todo era diferente, aunque lo quiero y lo deseo no puedo hacerlo sin su permiso, ahora ella tiene el control sobre mis orgasmos y mi placer y eso le daba un plus mental que me tiene en constante excitación, ese simple detalle me tiene todo el tiempo con ganas y deseos de servirle y satisfacer sus necesidades para luego satisfacer las mías.
    
    Desde mucho tiempo atrás le había confesado a mi esposa mi fantasía de ser sometido y dominado por ella de permanecer en castidad hasta que ella lo quisiera, que me tratara como una domina y su sumiso.
    
    Ella nunca quiso hacerlo hasta ahora…
    
    Estaba trabajando sentado detrás del oscuro y enorme escritorio de mi oficina, la puerta se abrió sin previo aviso, aparte la vista de los papeles que leía para ver quién entraba sin siquiera tocar la puerta.
    
    Era Mónica que apareció en mi oficina, llena de seguridad, y me dijo:
    
    —hoy se va cumplir tu deseo.
    
    Al principio no entendí de qué me hablaba, de a qué deseo se refería pero su seguridad y la forma de hablar me dejó temblando de la emoción.
    
    Ahí estaba mi esposa frente a mí, vestida con una blusa blanca de manga larga desfasada y abotonada hasta el penúltimo botón, traía aparte un chaleco negro encima de la blusa toda la parte superior muy recatada, pero ...
    ... si la parte superior del cuerpo estaba muy cubierta la parte inferior era todo lo contrario, unos shorts negros cortos que casi quedaban tapados por la blusa dejaban al descubierto unas hermosas, recién depiladas y brillosas piernas, unos botines cortos a la altura del tobillo le cubrían sus pies. Aparte que traía puestos esos lentes que no necesita pero que sabe me hacen enloquecer por el fetiche que tengo de follarla con ellos.
    
    Se acercó, tomó mi mano y puso una pequeña pulsera de cuero en mi muñeca.
    
    —Desde hoy y hasta que yo lo decida vas a ser mi esclavo y vas a cumplir cada uno de mis antojos. Y lo primero es que lleves esta pulsera puesta todo el tiempo.
    
    Sentí como la apretó en mi canilla luego descubrí que tenía algo bordado, con una fina escritura y letras plateadas tenía escrito unas iniciales “M O R"
    
    Eran sus iniciales.
    
    Lo primero que quiero es que dejes lo que estás haciendo y me lleves de compras.
    
    Quise decir que no, que estaba ocupado en ese momento.
    
    Pero Moni me leyó el pensamiento se acercó a mí tomó mi rostro firmemente con su mano y cerró sus dedos sobre mí mandíbula.
    
    —Ni se te ocurra decir que no.
    
    Vi la determinación en sus ojos, antes de ponerme de pie abofeteó mi cara. Me puse de pie, tome el saco del perchero y me lo puse antes de salir de la oficina.
    
    Me tomaré la tarde Maru cancela todas mis citas.
    
    Llegamos al estacionamiento y en lugar de subir a mi automóvil Mónica me lanzó las llaves del suyo, hoy sería su chófer. Abrí ...
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