1. Citas que salen mal, muy mal


    Fecha: 07/03/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: molly625, Fuente: CuentoRelatos

    ... capaces de ponernos cachondas en una situación como aquella, pero al final la costumbre hace que te evadas de lo que hay alrededor, y te centres en el placer. De otra forma no podríamos sobrevivir a aquello.
    
    Seguí trabajando con mi lengua, esta vez moviéndola de arriba a abajo, haciendo un poco más de presión. Instintivamente hacía lo que yo deseaba que me hicieran a mí. Se empezaron a escuchar gemidos viniendo de varios sitios. Muchas de las chicas habían llegado al orgasmo, y los chicos, "cansados" de ver porno en vivo, las cogieron para darse placer a sí mismos. Vi a una chica con el pecho apoyado encima de la mesa, penetrada con mucha potencia. Otra estaba tumbada de espadas, también en la mesa, mientras le cogían las piernas en alto a la altura de los tobillos. Y la última que pude ver estaba sentada en una silla mientras le metían la polla en la boca. En un par de minutos aquello se había convertido en una orgía a lo bestia.
    
    Cuando me volví a centrar en mí, sentí que estaba a punto de llegar, movía mi culo contra la cara de la chica, como pidiendo más fuerza a su boca. Su lengua empezó a moverse más rápidamente, mientras yo intentaba a duras penas seguir lamiendo. Sin previo aviso, noté como un líquido me mojó la cara. La chica se había corrido y estaba gimiendo mientras se retorcía de placer. Entonces bajé la cabeza, apretando con fuerza los párpados, mientras llegaba el orgasmo. Fue una maravilla. No pude aguantar más y grité de puro gozo. Tuve que apartarme ...
    ... porque la chica seguía lamiendo sin parar. No pude ni descansar un segundo, porque el chico tenía ganas de fiesta. Me cogió bruscamente por el pelo, me bajó de la mesa, y me sentó en su silla. Sacó unas esposas de su bolsillo y me ató las manos detrás de la silla. Cogió una servilleta de tela de la mesa y me la ató en la boca a modo de mordaza. Cogió mis piernas por los tobillos y se las puso encima de sus hombros, sacando su verga y penetrándome con suma facilidad, ya que yo en ese momento ya estaba mojadísima. Mientras me la metía con fuerza, me sacó el zapato que me quedaba y comenzó a chuparme los dedos de los pies. Sin sacar la polla de dentro de mí, se giró sobre la mesa y cogió otra servilleta que usó para atar mis piernas juntas, por los tobillos. Durante unos cinco minutos me penetró frenando y acelerando a su gusto. Yo trataba de moverme de forma sensual como podía, para conseguir que terminara pronto conmigo, y parece que hizo efecto. Al final se corrió dentro de mí. Sacó su verga de dentro y cogió otra servilleta para atarme los pies a la parte baja de la silla. Y entonces se fue, con dirección hacia el baño, mientras me dejaba en medio de la orgía. No tardó nada en llegar otro chico, que viéndome tan sumisa e indefensa, me metió la verga en la boca y me obligo a chupársela hasta el final. Ese fue el primero de muchos. Fue una noche muy larga. Llegó un momento en que perdí la noción del tiempo, o el conocimiento, y ya no recuerdo nada más. Solo sé que desperté al día ...