1. Citas que salen mal, muy mal


    Fecha: 07/03/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: molly625, Fuente: CuentoRelatos

    ... en el estómago al prepararme para una cita de este tipo.
    
    El taxi llegó a las 21:10 a mi puerta. Bajé las escaleras con mucho cuidado de no torcerme un tobillo, y le pedí al taxista que me llevara a la dirección de mi nuevo amigo. Hablan mal de las nuevas tecnologías, pero nunca fue tan fácil hacer amistades o ligues como hoy en día. Luego saldrán bien o mal, pero eso ya es otro cantar.
    
    Durante el trayecto iba pensando en mi fantasía. Normalmente solía pedir cosas como masajes en el culo (con aceite corporal) o que me lamieran el clítoris hasta correrme. Esta vez no, preferí pedir algo distinto: "Quiero que me pongas a cuatro patas y me la metas fuerte mientras me agarras del pelo". No conozco a ningún hombre que diría que no a algo así. Bueno si, algunos creen que es degradante para la mujer follarlas como si fueran un animal. Ellos se lo pierden, sosos.
    
    Aquello no era una casa normal, más bien parecía una mansión. Me sentía intimidada al entrar por la puerta exterior. Tenía una finca enorme, con mucha vegetación y muy cuidada. Llegué a la puerta y él ya me estaba esperando. Nos saludamos con dos besos y los dos parecimos contentos al ver cómo era el otro. Ninguno de los dos mentimos en las fotos. Ya era algo bueno.
    
    Pasamos al salón y todavía quedé más alucinada. Todo era muy lujoso. Zak me tenía preparados unos entrantes y bebida. No solía ser lo normal. Casi siempre iba todo más rápido... saludos, besos, ropa fuera y a la cama. Me contó que trabajaba de ...
    ... fotógrafo para una revista. Me pareció interesante. Noté que era tímido, le costaba aguantarme la mirada, y no era muy hablador. Se notaba que le costaba hablar durante un rato seguido, así que traté de ponérselo fácil y hablar yo más de lo habitual. Nos tomamos una copa de vino y picamos algo mientras nos conocíamos. Al cabo de un rato me empecé a notar mareada, ya que no estaba acostumbrada a beber tanto alcohol.
    
    Una media hora después la cosa fue a peor. Me empecé a notar sudorosa y cuando quise decirle que me encontraba mal se me empezó a nublar la vista y... no recuerdo nada más.
    
    Cuando desperté ya no estaba en la misma habitación. Tenía una correa atada en el cuello, y la correa estaba sujeta por una cadena metálica a una especie de gancho en la pared. Estaba de pie, con la espalda pegada en la pared, y sin holgura para moverme más que un par de centímetros. Notaba el corazón bombeando muy fuerte y muy rápido. Estaba sudando a chorros con los nervios. Intenté gritar pero no pude, ya que tenía una mordaza de bola en la boca. Cuando quise usar las manos para intentar soltarme noté que tenía las muñecas atadas con esposas en la espalda. Tras un minuto que se me hizo eterno, Zak entró en la habitación con mi móvil en la mano. Se acercó y se puso en frente de mí y empezó a sacarme fotos. Me enseñó alguna foto y a continuación abrió el Whatsapp. Grité como pude y le dije que no con la cabeza.
    
    -Si te portas bien no lo haré. -Dijo Zak.
    
    Salió de nuevo de la habitación ...
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