Cuando la belleza engaña
Fecha: 21/02/2022,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... dijo como saludo
- Gines, no me digas que nos llamaste para escucharte decir estas tonterías, si lo dices por ella, va, pero conmigo no te cachondees.
- Natalia, con el buen venir que tienes, y el mejor irte, me pude haber equivocado en decir que eres inteligente.
- Gines, no seas baboso, los dos sabemos de lo que va. Dime para que nos llamaste y deja eso para las niñitas que puedas encandilar
- Oye, no trates así al señor gerente, ten más respeto – protestó Alfredo
- ¡Y tú qué te metes! ¿o el señor gerente es tan tonto que necesita que otro tonto como tú lo defienda? – se puso colorado, hasta yo me puse colorada.
- La ve, la ve, así me trata siempre, y ahora le falta el respeto a usted
- Bueno Alfredo, ella es así y ya no se puede hacer nada.
- ¿No me digas que me hiciste venir para montar esta escena?
- Si así fuera, tú tienes bastante la culpa – el momento se estaba poniendo denso, Natalia estaba furiosa y lo hacía notar: el gerente tenía una semisonrisa que seguramente la hacía poner de los nervios: Alfredo parecía un perro, que no sabía si tenía que ladrar o morder, y a quien, yo ni idea de lo que tenía que hacer, los miraba como si fuera una película.
- ¡Gines! Se tres idiomas aparte del castellano, y si me hiciste venir para esto, estoy segura que no me van a alcanzar para mandarte a la mierda.
Alfredo se dio cuenta que ese era el momento que tenía que ladrar
- Como te atreves a hablarle así al señor gerente, tendríamos que llamar ...
... a seguridad para que te eche a patadas.
- Porque no me vienes a echar tú – le contestó furiosa
- Calma, calma, haya paz. No te llamé para hacerte una escena, aunque me parece que la escena la montaste tú. Pero bueno, dejemos eso. Tenemos un ofrecimiento para ustedes, espero que te des cuenta lo mucho que te conviene. El asunto es si te animas a llevar la auditoría de compras de las sucursales que tenemos aquí en España. Es bastante parecido a lo que haces.
- Sí, es parecido, pero sabes que entre las dos no podemos hacer eso.
- Eso es una cuestión tuya, tú nos facturas por el trabajo, nosotros no necesitamos más que eso, y vas a ser independiente para moverte a gusto.
- Espera un poco. Independiente vamos a ser en este trabajo nuevo, pero para las estadísticas, seguimos siendo dependientes.
- Pero Natalia, porque les vamos a tener que pagar de dos formas diferentes, pareciera que no nos tienes confianza.
- ¿Cómo que pareciera? Es que no te tengo confianza, ¿o te crees que no sé de quién viene?
- No sabes de quien viene, y aun que viniera de parte mía, yo no te iba a engañar, te soy honesto – lo miró con curiosidad
- Sí claro, esto no viene de parte tuya, tiene que venir de más arriba, sobre que no me quieres engañar, uhm…A lo mejor me equivoco, pero si lo hacemos, preferimos estar en la plantilla por las dudas.
-Pero ¿cómo puedes dudar de la honestidad del señor gerente? – nuevamente se quejó Alfredo.
- Ay…no lo puedes mandar a algún sitio, es ...