1. La vida sexual de Sara


    Fecha: 19/06/2019, Categorías: Sexo Virtual, Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... grano.
    
    Desnudas sobre la cama, la negrita, con sus gruesos labios me comió primero la boca y después las tetas, tetas que saboreó como si fueran pasteles. Bajó al pozo y su lengua hizo maravillas en él. Sabía cómo comer el culo, el clítoris, el coño y la vagina y a la cadencia justa, ni más ni menos. Cuando quiso que me corriese, me cogió de la cintura, y me dijo, en inglés:
    
    -Come.
    
    Comiéndomela, me corrí en su boca. La negrita se tragó mi flujo y disfrutó de cada gota.
    
    Al acabar de correrme nos pusimos en posición horizontal e hicimos un 69. Yo, mientras le comía el coño, vi como mi marido se la clavaba al negro en el culo. Y como el viejo en el sillón, se la pelaba. El negro giraba la cabeza besaba a Braulio y se masturbaba su tronco de carne, y yo, yo ya estaba otra vez que echaba por fuera.
    
    La negrita tardó en correrse, pero cuando se corrió soltó un chorro de flujo que hizo una charquita sobre la sábana. El segundo chorro ya no dejé que se desperdiciara...
    
    Acabé con la cara perdida de jugo, corriéndome otra vez, y exclamando:
    
    -¡¡All for you!!
    
    Al acabar de corrernos, tenía unas ganas locas de follar con el negro. Necesitaba saber que se sentía con una verga de aquel calibre dentro del coño. No iba a tardar en saberlo. El negro se apartó de mi marido, me cogió en alto en peso, y despacito, me clavó aquella tremenda verga en el coño. Estaba tan llena que mi marido, después de cambiar y lubricar el condón, no era capaz a metérmela en el culo. No ...
    ... había espacio. Con los besos en la boca del negro, al que rodeaba por el cuello con mis brazos, y con la lengua de mi marido en mi ojete, mi coño se fue dilatando y amoldándose a la negra verga... Al final, Braulio, pudo meterla en mi culo.
    
    La negrita se sentara en otro sillón al lado del vejestorio y se estaba metiendo dos dedos en el coño peludo.
    
    Yo veía como se masturbaba ella. Ella miraba como la polla de su marido y la del mío entraban y salían de mi coño y de mi culo...
    
    Transcurridos unos minutos vi cómo se le iban cerrando los ojos. Sus gemidos subieron de tono, y dijo con su dulce voz:
    
    -I´m coming, I´m coming. I´m coming...
    
    Comencé a correrme viendo cómo se corría la diosa de ébano. ¡Tuve un orgasmo inolvidable! Largo e intenso. Más largo que el de la diosa. Su marido y el mío no se corrieron en mi coño y en mi culo, se reservaron para correrse dentro de ella.
    
    VICENTE
    
    Dormía yo en mi habitación una noche de sábado que mi marido y sus hijos se fueran a Roma cuando llega mi suegro borracho, se confunde de habitación y se echa sobre mi cama. Encendí la luz, y le dije:
    
    -¡La pillaste, buena, Vicente!
    
    -A ver si es verdad.
    
    -¿Lo qué?
    
    Vicente traía ganas de guerra.
    
    -Que te pillo buena.
    
    -¡Anda, anda! Vete a dormir la mona!
    
    -¿Cuánto tiempo hace que no te corres como es debido?
    
    Me estaba acabando con la paciencia.
    
    -¡A dar por culo a otro lado, Vicente"!
    
    -Hablando de dar por culo. ¿Qué te apuestas a que te enculo y te corres como una ...
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