1. El estigma


    Fecha: 07/06/2019, Categorías: Gays Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos

    ... entonces en el cuarto baño, miro alrededor, lleno un vaso de agua, estrujo el contenido de una bolsita en él y se lo trago. Tuvo una arcada, pero lo reprimió. Se golpeó dos veces con toda su fuerza el estómago hasta que una bocanada del semen mezclado con ese pastoso líquido y todos sus jugos gástricos, salieron arrojados con fuerza; mientras jaleaba de asco, rabia y dolor. Se miró, los ojos estaban húmedos a punto de reventar y la cara hinchada por los golpes recibidos. Respiro hondamente una, dos, tres veces. Descolgó el móvil que había cogido y llamo, hablo en ingles durante 30 segundos y colgó. Desde el baño, con voz suplicante y a media voz dijo.
    
    Oh, mi amor; te voy hacer tan feliz que se te van a saltar las lágrimas de puro placer. Te lo juro, pero no me hagas mucho daño, mi amor
    
    »Volvió a marcar, y tras una breve conversación colgó. Se lavó la cara, se puso el albornoz y con una sonrisa salió.
    
    Mi amor, he pedido champán y fresas.
    
    »El tío reía sonoramente.-
    
    Muy bien putita, cómo sabía lo que te gusta. No te preocupes, solo duele la primera vez; después ya está lista para que otros lo usen.
    
    »Diez minutos después llamaron a la puerta, el abogado se levantó y abrió la puerta, dos armarios negros de casi dos metros de largo por uno de ancho y placida mirada, entraron.
    
    Chico deja el champán en esa mesa –dijo de forma burlona acercándose a darles la propina.
    
    »No sé enteró, una descarga de 130 k de potencia en forma de puño se estampo sobre su cara, ...
    ... cayendo noqueado. Elena le miró con cara de asco, "no quiero que esté dormido", ordenó; mientras cogía un talonario, y firmaba un cheque.
    
    Es usted muy generosa, señorita, no se preocupe somos profesionales y tendrá ración extra –respondió uno de los camareros.
    
    »Al salir del baño vestida, el tío estaba atado transversalmente en la cama con un pañuelo en la boca. El negro de atrás, se acariciaba el miembro de ébano, tan negro que absorbía la luz a su alrededor, tan ancho como su muñeca y tan largo como su brazo. El otro tenía puesto unos guantes. Elena cogió de los cabellos al abogado y le susurro:
    
    – Cariño, que malo has sido, te he pedido tres veces que me respetaras, y has sido malo, pero tu furcia te va enseñar los placeres del amor, y vas aprender a respetar a las mujeres -y con dureza para influir miedo, termino. Otro vez pagué a un cirujano, entiendes mi amor, pero tienes suerte necesito el contrato.
    
    »Cuando salía por la puerta oía el chasquido que hace una ostia profesional seguido del sordo alarido provocado por un martillo perforador. A los pocos días recibía el contrato firmado”.
    
    Salió de su dormitorio y sigilosamente abrió la habitación de al lado. Su hija de cinco años, dormía plácidamente. La dio un beso, la arropo y tras cerrar la puerta, camino silenciosamente por el pasillo. Se paró y se contempló en un gran espejo y lo que vio le gusto. Su minifalda de palmo y medio de larga casi estaba cubierta por la chaqueta, llevaba zapatos marrón oscuro con ...
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