1. El estigma


    Fecha: 07/06/2019, Categorías: Gays Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos

    ... ceñidos, a su cintura.
    
    La sensación de su mano acariciándose suavemente le produjo una grata sensación, al llegar a su pelvis; lo vio, ese pequeño tatuaje al lado de la ingle que se lo hizo el día de cumplir 18 años. Era su estigma, marcada para siempre. Con la punta de los dedos suavemente lo acarició, y respiró hondamente… Incomprensiblemente, sintió un estremecimiento.
    
    Levantó la cabeza y cogió una fotografía arrinconada, casi olvidada; la miro largo rato mientras sus pensamientos retrocedían. La dejo y empezó a vestirse. Elena, cuando se enfrentaba a los hombres, le gustaba ir provocativa, lasciva, lujuriosa como alguno se había atrevido a insinuar. Era su arma, cuando los hombres empezaban a pensar en satisfacer al de abajo; su entrenada y rápida mente empezaba a dominar la situación; y cuando se daban cuenta, era demasiado tarde, el negocio era suyo. Así con solo 26 años estaba triunfando: tenía dos librerías y había editado varios libros con bastante éxito.
    
    Pero esta situación era distinta, se enfrentaba a un hombre de su misma sangre, que no sabía quién era. Necesitaba conocer saber si los amores perduran en la lejanía. Y lo primero, necesitaba saber el porqué de esa felonía que la había hecho tan irascible a que alguien quisiera jugar con su sensible ano, lo tenía cerrado a cualquier intruso. En ese momento le vino a la mente el desagradable incidente del hotel:
    
    »Había negociado un contrato para la publicación en exclusiva de un “best seller”; el ...
    ... abogado, un tío guapote, había estado irresistible negociando con ella y decidieron después de la tensión, disfrutar de la noche. El tío tras los preámbulos amorosos le introdujo parcialmente el dedo en su culo, Elena se sobresaltó, y mirándole, le susurro,
    
    Cariño, mi culo es sagrado"
    
    »Dos minutos después de haberla lamido el “tesorito”, su “prendita dorada”, la puso de espaldas y volvió a intentar meter el dedo, pero Elena, salto y se lo volvió a decir de forma más severa,
    
    "Es virgen cariño, no lo soporto".
    
    »El abogado riéndose le dio un puñetazo,
    
    "Ramera vas hacer lo que yo te diga".
    
    »Elena soltó un alarido y dijo
    
    "Cabrón, no me pegues, no soy de ese estilo".
    
    »Pero él continuaba "Eres una puta barata y te voy a romper tu culo" dándole bofetada tras bofetada, intentando violarla salvajemente. Elena a cada golpe se retorcía de dolor; no podía parar a ese hijo “de setenta padres”. Al final, Elena comprendió, decidió y sonriendo, dijo,
    
    "Mi amor, como conoces a las mujeres, espera que te la lubrique"
    
    »Y lanzándose sobre esa masculinidad se la introdujo hasta casi las amígdalas. El tío la cogió de la cabeza y a cada mamada la apretaba más, no la soltaba, sino que la zarandeaba violentamente; sencillamente, se la estaba “tirando” por la boca y a cada empujón decía.
    
    "Así me gusta puta barata, te voy a enseñar a disfrutar"
    
    »Elena tragaba y tragaba, con dolor pero sin rechistar, hasta que el abogado soltó todo su esperma sobre su dolorida boca. Entró ...
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