1. El estigma


    Fecha: 07/06/2019, Categorías: Gays Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos

    ... los dos. Ya había tenido una relación erótica con ella, fue una vez en el cine. La coincidencia fue que estaba Ana morreando, y a tres filas estaba yo con un tío, nos vimos y nos sonreímos. Al principio la veía como era acariciada, mordisqueada y besada; yo me dejaba hacer lo mismo, pero me calenté y la olvide. Pero Ana se presentó balbuceando algo a mi oído, y al mirar lo entendí, sobre la comisura de sus labios se desprendían dos hilitos blancuzcos. Nos dimos un beso apasionado, con mis labios atrape los suyos y al abrir nuestras bocas, mi sedienta lengua penetro en su boca en busca de la maravillosa leche y no quedó satisfecha hasta que toda la carga me la traspasó.
    
    Nuevo silencio de Elena, nuevo sorbo de licor, un cigarrillo que enciende y de nuevo a tomar la palabra
    
    – Se fue mientras lo saboreaba y sentía su textura, su salado y cálido sabor. Paladee ese intenso sabor, no me lo quería tragar quería sentir todos los aromas que desprendía, y mientras mis sentidos se agudizaban, sentí un maravilloso escalofrío por todo mi cuerpo. Me estaba corriendo, tenía un orgasmo. (Ahora Elena le miraba con toda su ternura) Era, Víctor, tu semen que por una vez lo tenía dentro de mí e hizo que me corriera… que eyaculara... Así fue como empezó mi fama; ¿cómo me llamaste?; ah sí, bollera. Bollera para unos y calienta pollas para otros. Sabes no podía follarme a mis amigos, tenía terror que me volviera a pasar que cuando alguien me penetraba y llegaban mis salvajes orgasmos, le ...
    ... suplicara, " Víctor, mi amor, arrásame". Ese era mi profundo secreto que solo Ana conocía y comprendía y por eso me dejaba atar, la pedía que me tapara los ojos para no ver, y me figuraba que eran tus manos, tu boca, tu lengua quien me daba esa inmenso placer -concluyo con afligida sonrisa.
    
    Que fuerte, hermana, y qué lástima de hermanos, jodida vida fue -sentenció Víctor.
    
    Elena, le miro pensativamente, y volvió a ver los tics, las miradas, los gestos, vio esos ojos tan tristes, tan familiares, tan suyos, y los rescoldos de ese fuego prohibido, se avivaron y estuvo a punto de preguntarle ¿me sigues amando?, pero en su lugar dijo.
    
    Tengo la sensación que algo me ocultas, algo etéreo se escapa por los dedos; pero bueno, da igual... Voy a coger algunas cosas y me iré.
    
    Víctor le dio un beso de despedida, estaba cansado, muy cansado y necesitaba un relajante baño y si, algo le había ocultaba "que seguía loco por ella", pero eso era algo suyo.
    
    El reencuentro
    
    Mientras que Víctor, se metía en el baño, Elena, empezó recoger alguna de sus pertenencias, carpetas, apuntes, y algún que otro libro. Le oía como se duchaba, cómo me gustaría estar ahí contigo, pensó. De su habitación cogió varios libros apilados y al ver los lomos; se quedó quieta. Sus instintos se alertaron de que algo estaba fuera de lugar; simplemente no podía ser. Revolvió los libros que había subido su hermano y allí estaba, su primer libro editado "La mujer en el Renacimiento". Le dio la vuelta y vio la ...
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