Así se conquista una de trece - Capítulo III - Quiero MIRARTE
Fecha: 21/06/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Stregoika, Fuente: SexoSinTabues
... a sentir ese típico dolor muy leve detrás de los testículos, porque la erección era total pero aún tenía los bóxer y los pantalones puestos. Tres segundos más y seguía solo ahí. Estábamos contemplándonos. Me decidí a abrir las compuertas y lanzar la bomba de cincuenta megatones: - Laura, ¿tú me dejarías darte un beso? En mi mente, lo que en verdad quería era chupar entre sus labios vaginales y ahogarme en sus tiernos fluidos de amor, pero en el aire, el mensaje era uno solo: un beso en la boca. Laura bajó la mirada y masculló algo. Antes que el ambiente se amilanara, con un dedo le subí la carita y volvía a hablar: - de verdad que eres la niña más hermosa que he visto – le acaricié el rostro – besar tu boquita debe ser como tocar el cielo. ella dejó escapar un hilo de aire de su pecho, había perdido las fuerzas para retenerlo. Fue algo muy parecido a un gemido. Creo que ya estaba lubricando su cosita rica. - dime que sí – cerré los ojos y fruncí el ceño para decir eso. pasaron otros cinco segundos de inaguantable ansiedad. Le volví a acariciar el rostro, con un tacto tan fino que no compartimos tacto sino calor y electricidad. - sí – susurró ella. la bomba detonó en un resplandor cegador. Todo se volvió luz y fuego, el cielo mismo se incendió y el horizonte desapareció. Sin miramientos, puse mi boca en la comisura de la suya. Apreté un poco, y de inmediato avancé al centro de su boca. Le chupé la boquita un par de segundos nada más. Un modesto goteo de lubricante me enfrió ...
... la punta del pene, e imaginé que algo equivalente debió pasar con ella, allá bajo su faldita, bajo su pantimedia gris. Qué delicia! Pero por obvias razones para un experto, no podía avanzar más tan pronto. Me incorporé y tomé aire. - ya sabes, Laura. Debes cuidarte, por ti y por los que te queremos. ella subió la mirada y tenía los ojos encendidos por un brillo hermoso. Lo que ella sentía era más de lo que yo esperaba. - vete a clase, y no se te olvide lo que hablamos. - no se me va a olvidar nunca – me miró con esos ojos radioactivos y pasó a mi lado. Yo, lo que quería era penetrarla y bombearle hasta explotarla. Ella se marchó. Me provocaba tener a ese imbécil que le mostró la verga en la fiesta y decirle “Estúpido, de esta manera es que se conquista una niña”. A lo que a mí respecta, ya tenía a Laurita en bandeja de plata. Capítulo iii – Quiero mirarte ===================== Sentía que no había nada que no pudiera lograr. Para muchos hombres, el éxito se basaba en el dinero, para otros, en las mujeres, para otros, sus sueños particulares, sus pasiones artísticas y esas cosas. Para mí eran las colegialas, y lo que recién había sucedido con Laura me ponía en un nivel que al mismo tiempo me enorgullecía y me asustaba. Tenía que admitir paralelamente que tenía mucho poder y que, no sabía que hacer con él. ¿acaso podía tener la colegiala que quisiera? ¿si ya había pasado los límites, habría otros más allá? ¿si los hubiera, los pasaría también? Bueno, una partecita de mi cerebro ...