Así se conquista una de trece - Capítulo III - Quiero MIRARTE
Fecha: 21/06/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Stregoika, Fuente: SexoSinTabues
... que se llevaba muy bien con esos portentosos teteros. Un chal y un peinado bonito. De trece añitos pero qué cosota, qué treintamamita, como para no dejar agujero sin mamárselo. Navegué en su Smartphone contemplándola en cada foto, en especial aquellas done aparecía sentada. Si bien muchos podían calificar a otros de degenerados por querérsela echar, incluyéndome, nadie podía discutir que las niñas de esa edad ya eran todas una guarras. Laura posaba para cada foto bien empeñada en lucir sus senos, apretándolos con los brazos, o mostrar las piernas, cruzándolas bien alto. - en esta se te ve todo… - bromeé. - nooo! - Renegó ella, rapándome el celular – qué boleta. la conversación estaba adquiriendo lentamente el tono que yo buscaba. - pero se te ve que no te afectó que te hayan… pues… acosado. - nooo…. Que un tipo me muestre la verga no acaba con mi vida. Nooo pues! - vuelvo a lo mismo: NADA justifica a un degenerado, pero tienes que aprender una cosa: - ¿Qué? – se paró derecha para escucharme. - que eres muuy PRO-VO-CA-TI-VA, y no todos los hombres se portan decentes. Justo lo que yo sospechaba, en esa fiesta estabas causando infartos. - ay tan exagerado, profe… - a eso exactamente me refiero! Lo que para ti es normal, para otros puede ser muy provocativo. ¿Sabes lo sensual que eres? No en serio… esa falda que llevabas era muy cortita, y si a cualquier hombre normal eso le EN-CAN-TA, imagínate a un degenerado. Tienes que cuidarte, precisamente porque eres un re-BIZ-CO-CHO-TE. - ...
... ay profe – sonrió y miró a otra parte – no es para tanto, pero gracias… - ya sabes, sobre todo cuando haya mucha gente, mide cuánto vas a provocar. Nada más así en uniforme, Laura; a veces estás sentadita mostrando todas las piernas hasta arriba y uno se EM-BOBA. Dicho esto, ella tuvo la reacción que yo buscaba. Se contoneó como niña consentida. Yo tenía puestas todas mis energías en provocarle reacciones físicas, que lubricara un poco ¿por qué no? Y lo estaba consiguiendo. - La mayoría de las veces uno le dice a una niña – continúe yo, mientras ella seguía meciéndose – que se trate de sentarse bien, pero otra veces uno lo piensa dos veces. - ¿por qué? – me preguntó con un hilito de voz, aún sonriendo. - porque uno no sabe cómo lo van a tomar. De pronto van y creen que uno se la pasa mirándolas. - Tú, profe, me puedes decir que se me está viendo todo, y yo me siento bien sin problema. Yo jamás pensaría mal de ti. volví a cambiar el tono de mi voz para seguir. Era tan profesional que debería trabajar en radio: - ese es el problema, Laura – me le acerqué y empecé a susurrar – a mí me FAS-CI-NA mirarte. - ay, prooofe…. – respondió susurrando. los siguientes instantes fueron claves. Las reacciones de ella ante mi silencio serían las que decidirán el curso a tomar. Me quedé ahí contando los segundos, que parecían años, un poco hincado, acercando mi frente a la suya. Olía delicioso, y su aliento era como respirar en el paraíso. Ella me miró a los ojos y se quedó quietecita. Empecé ...