1. Nines


    Fecha: 01/03/2019, Categorías: Erotismo y amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... claridad la absoluta ausencia de sujetador, con lo que los senos campaban por su cuenta en una libertad que más asemejaba libertinaje.
    
    En realidad, apenas si me dedicó atención alguna, yéndose más directa que menos hacia la cama, dispuesta a abrirla, mientras me decía
    
    ¿Y tú cómo te llamas, cariño? Eres nuevo por aquí, ¿verdad?...
    
    Y yo, tranquilamente, me incorporé en la butaquilla, andando unos pasos, dos o tres hacia ella, saliendo un tanto de la penumbra, lo suficiente, simplemente, para que pudiera verme, reconocerme, nada más reparara en mí, mientras le respondía con voz fría, tranquila, sin entonación casi
    
    Hola Nines…
    
    Ella, al punto, como recién mordida por un áspid, se volvió hacia mí; quedó parada unos segundos, para después ir avanzando hacia mí, hasta que entré, nítidamente, en su campo de visión. Allí se paró, blanca como el papel, cual si acabaran de desangrarla hasta dejarla exangüe. Pero duro poco ese “impasse”, apenas un par de minutos, tres a todo tirar, reaccionando enseguida con la mayor tranquilidad, la mayor sangre fría, al avanzar hacia mí, con la mano extendida, ofreciéndomela, al tiempo que esgrimía una sonrisa de oreja a oreja, de lo más “profesional”
    
    Hola Antonio, mi buen amigo del pueblo. Bueno, pues vayamos al grano, dejándonos de circunloquios que a nada conducen, ¿no te parece? A ver, ¿qué quieres por tu silencio; qué precio le pones, mi muy estimado amigo?
    
    Y si te dijera, “TÚ MISMA” ¿qué pasaría?
    
    Pues nada; eso es algo ...
    ... con lo que, de antemano, cuento como parte esencial del pago…
    
    Y si mi precio, efectivamente, fueras tú, pero para toda la vida, ¿qué dirías?
    
    Pues que te dejaras de gilipolleces que, finalmente, para ambos, acabarían mal: Tú, sin lograr nada de mí, y yo teniendo que renunciar a mis padres, mi familia, mi círculo de amistades en el pueblo, pues a eso, a ser tu puta hasta que te canses de mí, ni loca me plegaría…
    
    Bueno, pues pongámonos un tanto más en razones, sin querer alcanzar el cielo con las manos, que el CIELO está muy, muy alto; incluso, fuera de nuestra dimensión, de nuestro UNIVERSO…Así que, pongamos, es un poner, que me dedicaras todos los “findes”, sábados, domingos y “fiestas de guardar”, desde ya, vamos, mañana domingo, hasta que acabe este curso… Hacia fines de Junio, ¿no es así?
    
    O sea, que piensas follarme a destajo cada sábado, domingo y tal, de aquí a fin de Junio, ¿no? Pues nada, machote que, lo que es por mí, la cosa no va a quedar
    
    ¿Sabes, Nines? A lo mejor, o a lo peor, pues quién sabe ya nada de nada, te equivocas.
    
    Y ahí quedó, de momento, el asunto, aunque Nines, desde el mismísimo día siguiente, domingo, cada sábado, cada domingo, cada festivo, a las doce en punto de la mañana, hasta algún minuto antes que después, donde desde al principio quedáramos, junto al espléndido monumento a Alfonso XII, junto al Estanque del Retiro, como presidiéndolo, al lado del segundo león de piedra, contando desde la izquierda. Sí, allí estaba, sin faltar día ...
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