VIENTOS DE CAMBIOS
Fecha: 11/08/2017,
Categorías:
Lesbianas
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
... de juntaran, ahí fue donde descubrí porque no me había dejado tocar su raja, ahí estaba la sorpresa, algo enorme se interponía entre ambas, solo entonces me dejó bajar la manos para acariciar algo extremadamente largo y grueso que tenía entre las piernas - Te gusta mi sorpresa? Lo tenía guardado para vos, te lo voy hacer comer todo… Qué mujer! una enorme verga me esperaba, ese era su regalo, no iba a defraudarla, pero debería esperar para eso… Sus besos volvieron a mis labios, dulces, cálidos, bajaron por mi cuello, por mi pechos, sus manos acariciaron la tela de mi camisa, mis pezones erectos estaban prisioneros bajo el sostén sintiendo una estimulación indirecta de sus dedos, estaba muy excitada, con calma desabrochó el primer botón, luego el segundo, el tercero… - Dale perra! Me estoy muriendo de deseos… - Si? te estás muriendo? Me gusta hacerte desear… Así siguió hasta el último botón, bajando la prenda, desnudando mi torso, con premura desabroché el sostén desnudándome casi por completo, cosa que provocó su risa, al fin sentía sus labios calientes y su húmedo aliento en mis pezones, me empezaba a comer las tetas, mordiendo mis botoncitos entre sus labios, esto me enloquecía, no lo soportaba… a esa altura había corrido el frente de mi tanga y refregaba mi pubis y mi clítoris contra el enorme falo que amenazaba mi cuerpo, era demasiado grande, pero que importaba… Ella aún saboreaba mis pezones cuando la sentí tomar algo de la mesa, la maldita me provocó un escalofrío ...
... al apoyar algo helado en mi pezón derecho, me contraje instintivamente, pero volvió a la carga, sobre el otro lado, una y otra vez, comprendí que un trozo de hielo estaba jugando en mi piel, el frío me mataba, me enloquecía y hacía que suplicara, quería comerme su pija, no podía soportarlo… La sentí nuevamente tomar algo de la mesa para pasarlo por mis labios, el sabor era inconfundible, manteca que se había derretido por estar fuera de la heladera demasiado tiempo, me dijo que untaría el juguete, cosa que dejé hacer, luego me levanté lo suficiente y me fui sentando sobre él, por Dios! que grueso era! parecía destruir mi concha, que ancho era! pero la manteca y mis propios jugos hicieron un excelente trabajo empecé a subir y bajar sobre el pausadamente, esa verga plástica que se había colocado me mataba, ella seguía mordisqueando mis pezones enviando electricidad a mi clítoris, me tomaba con fuerza de la cintura jalándome hacia abajo, cada vez más abajo, cada vez más profundo, lo sentía llegar a mi útero arrancándome pequeños orgasmos, envuelta en lujuria y pasión llevé mi mano derecha para masturbar mi clítoris que estaba inmenso, no pude evitar gritar después de mi primer orgasmo, pero seguí hasta obtener el segundo, más fuerte que el anterior, y el tercero, mas fuerte todavía… Estaba agotada, extenuada, no quería mas, pero ella no pensaba lo mismo, la sentí arrancar mi tanga que estaba estrenando dejándome completamente desnuda para llevar mi mano sobre la mesa, para que ...