VIENTOS DE CAMBIOS
Fecha: 11/08/2017,
Categorías:
Lesbianas
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
... acariciara algo y hacerme saber sus intenciones, comprobé que eran las famosas bolas chinas que había visto en algún que otro video, solo que jamás las había usado, pero me asusté al comprobar que no cabían en mi mano! Débora ya estaba jugando con manteca en mi esfínter, tratando de invadirme con un dedo, entonces reclamé - Pará Débora! Pará! Por la cola no… - Bueno, Carla, eso me gustaría discutirlo un poco… - No… no seas malita…. Pero ella era más fuerte que yo, la sentí apoyar la primera en mi esfínter y forzar hacia adentro, tomé aire y traté de relajarme, que locura! Pensé que me desgarraría! Pero soporté la embestida, sentí mi anillo abrirse como nunca hasta el momento de pasar el diámetro mayor, luego de lo cual por reflejo se cerró con fuerza atrapando en mi interior la primer esfera, así seguimos una por una , hasta la séptima y última, todas dentro de mis intestinos, solo quedaba el cordel afuera… Entonces me hizo parar y sacar la venda que cubría mis ojos, la pija plástica era terriblemente larga y gruesa, me asusté al comprobar lo que me había comido, de hecho si no hubiera estado vendada seguramente me hubiera opuesto… Me hizo reclinar sobre la mesa, con mi pecho apoyado en ella y mi cola levantada, con las piernas estiradas, ella tras mío, apuntando otra vez en mi concha para ahora cogerme con inusitada violencia, a toda máquina, como una locomotora, yendo y viniendo, al tiempo que me daba el cordel para que tirara y fuera sacándolas una a una de mi interior… No ...
... hay forma que pudiera describir en palabras el placer que sentía cogida por delante mientras dilataba una y otra vez mi ano sacando las siete bolas enormes que tenía en el interior… Ya no podía mas, quería devolverle todo el placer de alguna manera, pero ella me detuvo y me dijo: - Suficiente por hoy, no quiero que en una noche descubramos todo el placer que podemos darnos… - Pero… - Pero nada… Y ya no hubo más sexo, solo improvisamos una cena liviana y nos fuimos a dormir, acurrucadas y abrazadas una a la otra, embriagada en su perfume de mujer, me dormí meditando por lo que había pasado, que manera más alocada de perder mi virginidad anal, cosa que estaba decidida a jamás ceder… Los días pasaban, Zacarías comenzaba a ser un problema en mi vida, porque yo pensaba cada vez más en ella pero no podía encontrar el momento y el tiempo para hacerlo, teníamos que ser discretas, para el ahora éramos solo buenas amigas y estaba ajeno a todo. Ella seguía viniendo a casa, siempre con su look formal, por temas laborales y nuestras miradas cómplices eran por demás de pecaminosas, era divertido toquetearnos rápidamente, o robarnos un beso cuando Zacarías se descuidaba por unos instantes, solo teníamos un poco de intimidad en nuestras acostumbradas corridas, pero era poco y nada… Así fue que ella nuevamente envió a mi pareja fuera de la ciudad, hecho que ya empezaba a ser un tanto sospechoso, Zacarías se mostraba molesto con tantos viajes repentinos y Débora me comentaba que no sabía cómo ...