1.- Claudia, mi descubrimiento. - Relatos Eróticos

1.- Claudia, mi descubrimiento.

... los pedales del auto, realmente me sentía muy sensual y realizada. Iba rumbo a un centro comercial que anteriormente ya había visitado en el estado de México y me gustó para ir a mostrarme con mi preciosa vestimenta, además ahí había un restaurante Sanborns en el que también podía comer, antes me bajé en una tienda de conveniencia para comprar una soda y un sándwich para calmar un poco mi sed y mi hambre. Cuando llegué me bajé del auto tal y como lo hacía mi vecina mostrando “descuidadamente” mis piernas y es justamente lo que me encantaba hacer; había varios chicos en la parte de afuera de la tienda, estaban platicando y bebiendo agua, supuse que eran futbolistas pues tenían su uniforme; sabiendo lo que había provocado en ellos y con mucha seguridad los saludé y entré a la tienda; con mis delicadas manos busqué una soda para después calentar un sándwich en el horno de microondas que tienen esas tiendas, me formé en la fila para pagar y pude ver a través de las ventanas que los chicos me veían desde afuera, no sé qué rumoraban entre ellos pero creo saberlo, pero bueno, el caso es que sus acciones me hacían sentirme deseada.
Pagué y al salir le pregunté a los chicos sobre cómo llegar a la autopista, yo ya sabía el camino pero simplemente quise que ellos me tuvieran de cerca, nerviosos me dieron las indicaciones, a lo cual les agradecí y me retiré hacia mi coche y me subí justamente como cuando me bajé, mostrándole a esos chicos gran parte de mis muslos, incluso hasta los ...

... broches de los ligueros que sujetaban mis medias; todavía dejé la puerta abierta e hice como que me ajustaba los broches de los ligueros, dándoles un bonito espectáculo; encendí mi coche y me retiré del lugar, en ese momento escuché que esos muchachos me lanzaban silbidos y besos a los cuales yo les contesté moviendo la mano haciendo el gesto de despedida mientras manejaba hacia la autopista. Volvía a sentir esa rica sensación de mover los pedales con mis tacones altos, al ver mis piernas me sentía satisfecha, deseada, estaba orgullosa de verme y sentirme así, es muy lindo sentirse mujer.
Llegué al centro comercial, estacioné mi auto y bajé de él, caminando como toda una linda mujercita me dirigí hacia la gran tienda de ropa muy famosa, inmediatamente me fui a la sección de damas para ver los vestidos que ahí vendían, quería simplemente probarme algunos vestidos y pues ahora si tenía la posibilidad de probármelos en el mismo lugar y vaya que me probé muchos, había muchos y muy lindos, hubiera querido comprármelos todos, pero no tenía mucho dinero. Más tarde me dirigí a otras secciones del centro comercial donde decidí ser más audaz, ya estaba cansada de interactuar con chicas; los hombres que me veían no eran demasiado atrevidos como para hablarme, tal vez me tenían miedo, así que tuve que ser yo la que tomaría la iniciativa, deseaba llevar las cosas a otro nivel, necesitaba que se presentara algo más excitante. En realidad, tenía que encontrar la posibilidad de únicamente mamar ...