La historia de Ángel, solo era un muchacho (35)
Fecha: 11/03/2023,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... verga.
Rápidamente volví a concentrarme en la materia que estaba impartiendo, pero un buen observador se habría dado cuenta de la rojez que impregnaba mi cara.
Terminó la clase y supuso un duro esfuerzo evitar volver a mirarle cuando lo tenía justo enfrente, viendo de soslayo como a veces se arrascaba la entrepierna intentando llamar mi atención para que lo mirara.
Comenzaron a salir después de recoger sus cuadernos y dejarlos depositados en una mesa junto a una pared. A mi vez también reuní en un montón mis papeles para meterlos en la cartera. Marcos había apagado la mitad de las fluorescentes cuando se acercó hasta mi mesa, cuando se colocó a mi espalda mis manos empezaron a temblar siendo incapaz de meter las hojas sin arrugarlas. Sin estar pegado a mi sentía el calor que despedía su cuerpo.
-Espera ya te ayudo. -pasó las manos por mis costados dejándome abrazado y me cogió las hojas para dejarlas a un lado, sujetó mi cintura y se aproximó hasta hacer contacto. A través de la tela de nuestra ropa podía sentir la dureza de su miembro apoyado sobre mis nalgas. Sentí un escalofrío y comencé a temblar.
-¡No, Marcos! -se movió para acercarse aún más y me quedé paralizado, sintiendo la rotundidad de aquella barra o manguera de carne y las duras pelotas.
-Se que lo necesitas nenito, igual que yo. -giré la cintura lo que me permitía al tenérmela abrazada y Marcos aprovechó el momento para besarme la boca. Pude haberlo evitado y en su lugar respondí al beso de ...
... sus labios.
-¡Ahh! No Marcos, no. - negaba con las palabras pero no retiraba la boca y volvió a besarme, ahora con más fuerza.
-No pasa nada bebito, estamos solos y me vuelves loco.
-La criadas Marcos, pueden venir en un momento.
-Aún no es hora de preparar la cena, no tengas miedo. -de alguna manera le estaba dando permiso para que hiciera lo quería, buscando excusas pueríles, y el macho sabía que lo necesitaba, mi cuerpo debía despedir el olor propio de una hembra en celo, necesitada de ser cubierta por un semental.
Dejó de sujetarme con una de las manos para soltarse y bajarse los apretados pantalones sacando sus genitales al aire, el suave olor a macho llegó a mi nariz, y mi verga respondía hinchándose a la vez que en mi culito sentía un ligero espasmo.
Después metió la mano por la cintura de mi pantalón y me sacó la camisa, ahora con las dos manos tiró del pantalón para bajarlo, pensé que lo iba a romper y me solté el botón bajando la cremallera para ayudarle haciéndoselo más fácil. Ya no había vuelta atrás, lo que tuviera previsto que sucediera se iba a cumplir sin remedio, me tenía entregado a sus deseos y me dejaba llevar por la lujuria y las sensaciones que me transmitía su polla dura como un madero pegada entre mis nalgas.
-¡Ahhh! Que dura la tienes Marcos.
-Sabía que la necesitabas bebito, que abra tu culito y entre en él. -llevé la mano para cogerle la verga y sentirla en la mano, para saber realmente su grosor y textura, y tenerla. Su calor ...