1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (35)


    Fecha: 11/03/2023, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... estaba claro que sus sueños no se iban a realizar estando su hijo enamorado de un muchacho, el perseguido que tenían acogido y escondido en su casa.
    
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    Ese día, y después de meditar sobre lo que Irina me dijo, sin hablarlo con Álvaro, había decidido decirle que estaba de acuerdo en principio. Había estado muy preocupado esos días y al tomar la decisión era como si densos nubarrones desaparecieran dejando el cielo libre para que se viera el sol.
    
    Marcos llegó para buscarme, mi adustez y seriedad de los días anteriores, había dado paso a una loca euforia y explosiva alegría que no dejó de notar.
    
    -Hoy se te ve más alegre…, y más guapo, la tristeza y la preocupación no van contigo. -no pude evitar sonrojarme, sus aduladoras palabras, dichas con el tacto y la suavidad precisa, lograron que me cohibiera y bajé los ojos ruboroso y aturdido.
    
    -Eres muy amable Marcos.
    
    -Digo solo la verdad, eres lindo sin reír, pero cuando lo haces parece que tu cara irradia brillo. -ya resultaba demasiado aunque me sentía complacido. Detuvo con cierta brusquedad la camioneta y se volvió para levantarme la cara con dos dedos sujetándome la barbilla, sin darme cuenta tenía su boca expulsando el aliento caliente a unos milímetros de la mía, le miraba espantado esperando anhelante no sabía el qué.
    
    Juntamos las bocas y de pronto lo estaba besando, abrazándome a su cuello y refugiándome en su fuerza, el beso no cesaba y empezaba a mover los labios pretendiendo que ...
    ... abriera la boca.
    
    -¡Oh! No Marcos, por favor. -se apartó sin dejar de sujetarme los hombros y me miraba fijamente a los ojos.
    
    -Está bien, lo siento, pero sabes que no voy a causarte mal alguno, no lo malinterpretes por favor, eres tan irresistible que debería castrarme para no pensar en ti. -su cara contrita y la barbaridad que terminaba de decir logró que sonriera otra vez.
    
    -No, no hagas eso, no merece la pena. -mis ojos se perdieron en el bulto alargado que le bajaba por la pernera del pantalón; y no sucedió algo más porque puso en marcha la ranchera y seguimos el camino, él con una ancha sonrisa en la cara, negra por la barba de varios días que llevaba sin afeitar, yo satisfecho al saber que Marcos, además de recordarme que me deseaba, sabía respetarme también.
    
    Durante la clase no pude evitar pensar en él, e inconscientemente deseaba que llegara el final de la clase y me viniera a recoger. Marcos se estaba ganando mi confianza y estaba ademas, era verdad, estaba bueno, apetecible y sonreía sin darme cuenta.
    
    Aunque lo esperaba me sorprendí cuando apareció como era su costumbre, y se apoyó en el marco de la puerta abierta, de su sonrisa bajé la mirada a su entrepierna, para no variar la manguera que discurría por su pierna continuaba estando en su lugar, así como las gordas pelotas en la parte superior, pasé la lengua por mis secos labios y al volver a levantar la cabeza, me sonreía lleno de lujuria al haberse dado cuenta de la mirada que había dirigido a su ...
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