1. La tostada


    Fecha: 10/03/2023, Categorías: Gays Autor: elalcalde, Fuente: CuentoRelatos

    ... fruta. Me levanto y doy un paseo por el buffet. Decido que solamente me voy a tomar un par de tostadas con un café. Me acerco a la mesa del pan y me parto dos rebanadas de una barra ancha y grande. Cuando las voy a poner en la tostadora veo que mi vecino de mesa se acerca y se queda mirando cómo me peleo con la tostadora para ver cómo funciona.
    
    Es una tostadora de esas que tienen una cinta que se desplaza por dentro de una máquina y que suelta el pan por el otro lado. Pongo mis rebanadas en un lado y cojo un plato para cuando salgan. Miro a ver si puedo dejar el plato en algún sitio mientras me hago un café, pero no veo dónde ponerlo, así que me quedo con él en la mano.
    
    Yo he desistido de hacerme una tostada. Si usted lo consigue, ¿le importaría prepararme una?
    
    Tiene una apariencia de abuelo entrañable. Debe tener, por lo menos, setenta u ochenta años. Le sonrío.
    
    Claro que no. En cuanto acaben las mías le preparo una para usted.
    
    Se pone detrás de mí. Me quedo mirando fijamente la tostadora.
    
    De pronto noto su mano en mi muslo. Pego un respingo y me adelanto un paso para alejarme de ese contacto.
    
    ¡Pero qué hace!
    
    Perdón por el susto, pero tiene usted una piel que parece tan suave que he querido comprobar si es como parece.
    
    ¡Hombre, pero no se toca a alguien así! Se tiene que pedir permiso.
    
    Tiene una cara tan inocente, que mientras le reprendo se me va pasando el enfado.
    
    Tiene usted razón. ¿Puedo?
    
    Estoy a punto de soltar una carcajada. La ...
    ... situación me parece increíble.
    
    Está bien. Pero no se pase.
    
    Mientras le contesto, vuelvo a la situación que tenía antes, dejando que su mano alcance mi muslo. Tiene una piel suave, pero la mano es fuerte y ancha y la caricia es rotunda, bajando por la apertura de la camisa hasta medio muslo y volviendo a subir hasta la cintura. No retira la mano. La deja en la cintura y sus dedos juegan con el lazo de mi braga, contorneando la piel alrededor del lazo.
    
    Mi primera tostada cae. Me acerco. Está casi tan blanca como antes, con un poco de color y un poco caliente. Pero la vuelvo a dejar al inicio para darle una nueva vuelta.
    
    Después doy un paso atrás para volver a colocarme donde estaba. La mano parece estar esperando y vuelve a deslizarse desde la cintura hacia abajo y luego volviendo a subir. Mientras repite la caricia, me dejo ir un poco más hacia su cuerpo. Me muevo poco, pero lo suficiente para tocar su cuerpo con mi espalda ligeramente. Me da la sensación de que he tocado algo duro. ¿Está empalmado?
    
    Cae la segunda tostada y vuelvo a repetir la operación: me acerco a la tostadora, pongo la tostada al inicio y doy un paso atrás. Aún no he terminado de dar el paso cuando siento de nuevo su mano en mi muslo. Y cuando termino de dar el paso siento su cuerpo pegado al mío.
    
    Intento retirarme un poco. La situación es un poco violenta. Pero su mano me presiona la cintura como pidiéndome que no me mueva.
    
    Tiene usted una piel muy suave. Me encanta.
    
    Su voz cascada ...
«1234...»