Tan sólo es un capricho
Fecha: 28/02/2023,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos
... que me va a importar, si ya tenían todo arreglado. No es así, dijo ella, tú ya sabes cómo funciona esto. Si estás de acuerdo, lo hacemos. Y si no, no ha pasado nada, nos vamos a casa.
Bueno, pero es que hay algo que no me ha quedado claro, dije. ¿Tú estás de acuerdo?, le pregunté a ella en frente de Oscar. Si, dijo ella, me gustaría. Bueno, joven, apunté, entonces le tocó sacar la casta y mostrar de qué está hecho. No se preocupe, dijo él, trataré de no defraudar. Nos despedimos de nuestros compañeros de mesa, que también estaban en plan de irse, y me quedó la duda de saber si el otro hombre también estaba en el mismo plan que Oscar. Y llegué a fantasear con la idea de encontrarnos todos, subiendo en grupo a las habitaciones. Pero no fue así…
Le seguimos a él por el pasillo hasta el ascensor. Y fue un tanto extraña la situación pues el recorrido y la espera se hizo en total silencio, porque nadie hablaba. Entramos al ascensor y nos dirigimos al piso doce. Llegados allí, nos condujeron a la habitación 1208. Oscar abrió la puerta y nos invitó a seguir. Ella entró primero, yo después y por último su corneador de turno, quien cerró la puerta tras de sí. La habitación era amplia, con una cama doble grande y unos ventanales, con las cortinas abiertas, desde donde se tenía una vista magnífica de la ciudad. Pensé que él iba a cerrar las cortinas o apagar algunas luces, pero dejó todo como estaba. Yo pasé de largo a lado de la cama y me acomodé en un sillón, a un lado de la ...
... ventana, a un costado de la cama.
Oscar preguntó, ¿quieren algo de beber? ¿Tiene algo en la nevera?, contesté. Si, dijo él, hay whisky, ron, vodka, cerveza, gaseosas. ¿Te provoca algo?, le preguntó a ella. No, le respondió, así está bien. Bueno, dije yo, le recibo un whisky, para entretenerme mientras ustedes están ocupados. Nadie respondió el comentario y Oscar me trajo una pequeña botellita de whisky y un vaso con hielo. Si desea más, sírvase, con confianza. Gracias, le contesté. Voy a darme una pequeña ducha y ya estoy con ustedes, dijo. ¿Me acompañas?, le preguntó a ella. Yo te espero, le contestó.
Oscar entró al baño y nos quedamos ella y yo, ahí, en silencio. Casi de inmediato escuchamos el sonido del agua saliendo de la ducha y ver vapor saliendo por debajo de la puerta del baño. ¿Te vas a demorar?, pregunté. No mucho, creo. Es tan solo un capricho. Y, mientras decía esto, se empezó a quitar su chaqueta, su blusa, su falda y sus bragas, dejando tan solo vestido su cuerpo con el brasier, las medias veladas y sus zapatos. Y, una vez así, semidesnuda como estaba, se acomodó en la cama a esperarle.
Cuando él salió, casi al instante, la encontró boca arriba, con las piernas entre abiertas. Él había salido del baño, tan solo cubriendo su cintura con una toalla. Era un hombre de talla promedio, tal vez 1,75 m., poco más o menos, de contextura normal. Al verla dejó caer la toalla, dejándose ver totalmente desnudo, con su miembro erecto. Creo que para ella no hubo sorpresa ...