Viernes, 12 de julio de 2019
Fecha: 26/02/2023,
Categorías:
Gays
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... experimentar, llamé a Alfredo.
— ¡Gracias, hombre, por el masaje!
Me reí y Alfredo añadió a mi comentario:
— ¡Pensé que te gustaría eso! —Alfredo se reía ahora de mí.
— Sabías que me encantaría, pero mi pregunta es: ¿cómo lo supiste y cómo es que te gustó?, —pregunté a Alfredo.
— Bueno, bueno, un amigo en el trabajo me hizo una broma y me dio una invitación. No tenía ni idea de qué tipo de masaje era, así que fui. Pero, después, supe que te iba a gustar mucho, así que te adquirí un bono para ti —así se explicó Alfredo.
— Vale, vale, yo no digo lo contrario, pero…
— Vale, vale, pero…, ¿qué? —preguntó Alfredo.
— Vale, vale, claro, pero… ¿qué te parece para un hombre heterosexual, casado y con dos hijos? —le pregunté con sorna.
Hubo una larga pausa y luego dijo:
— Digamos que estando casado y teniendo dos hijos, a la vez que divorciado, hice una segunda cita.
Estaba yo aturdido y en silencio, sin saber ni qué decir.
— ¿Qué tienes mañana en la mañana?, —preguntó Alfredo.
— Nada, ¿qué puedo hacer por ti?, —respondí
— Yo tampoco, ¿qué te parece si voy a tu casa, ceno y duermo contigo y así practicamos algo antes de la nueva cita?, —propuso Alfredo.
Diré que esto ha abierto mi amistad con mi primo y amigo Alfredo hasta límites insospechados, además de ser habituales clientes de Getulio, hemos configurado nuestra vida de una manera totalmente nueva e inesperada! Además, sus hijos, es decir, mis sobrinos adoran a su tío Janpaul.