1. Adiós a mi inocencia (Primera parte)


    Fecha: 08/02/2023, Categorías: Gays Autor: claudiasiempre, Fuente: CuentoRelatos

    ... resistencia, exclamó. Por unos breves instantes, sentí alivio de tanta compasión. Pero, volvió a empujar de nuevo.
    
    Mordí la dura piel de su palma, lanzando un chillido al aire... la ansiada exploración había comenzado a hurtadillas y nadie podría detenerla. Sobre mi espalda, sentí como jadeaba como un potro hambriento y experimentado. El viaje hacia mis profundidades estaba limpio y lubricado. Sólo debía someterme a sus caprichos y aceptarlo sin miramiento, aunque sufriera con algo de dolor. En cualquier momento llegaría el placer y la lujuria, antes de recibir su néctar caliente para beberlo en mis entrañas. Una vez más dio un nuevo empujón y avanzó más de prisa, un gemido mío rebotó varias veces en las paredes del comedor. Mis nalgas se separaron definitivamente de par en par, permitiendo entre aullidos, darle la bienvenida. Mi trasero se conmocionó, agitándose de lado a lado y de arriba hacia abajo. Por fin ya estaba adentro gran parte de su robusta existencia, un aullido profundo de loba salvaje lo atrapó intensamente como si fuera una presa para saciar su hambre. Nos quedamos quietos por algunos instantes. Lo doloroso se esfumó, ahora vendría el placer y la locura se desató.
    
    Me apretó ambas caderas, y como jinete se puso a cabalgar lentamente, mientras gemía más y más. Después de muchos minutos, tomó mis hombros y apresuró el tranco, sentía como sus frutas golpeaban mi piel una y otra vez. A cada instante sentía que su expansión aumentaba más y más. Por fin lanzó varios chorros de néctar delicioso que me anegaron las entrañas. Ahora, gemía de placer. Descanso sobre mi, agitado un largo tiempo, mientras me abrazaba tiernamente. Había sido suya. Tenía que disfrutar su conquista. Satisfecho como los animales, se bajó del sillón. Yo hice lo mismo y nos abrazamos con arrumacos, largamente. Nos vestimos apresuradamente, nos besamos intensamente y nos despedimos hasta el fin de semana. Era miércoles y la noche había avanzado demasiado pronto...
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