La historia de Ángel, solo era un muchacho (53/59)
Fecha: 02/02/2023,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... debes tener en cuenta es que mi tío vivirá con nosotros, ya se que no te ha terminado de gustar pero le cojeras cariño con el tiempo, le debemos un respeto, él es mayor y ahora necesita que le cuidemos.
-Y otra cosa más, allí tengo que ocuparme de las tierras, del laboratorio de pruebas y el personal, no me vas a tener a tu lado como a Dulce, ahora duerme que mañana tienes que estar hermoso para que me envidien y que sepan que eres mío.
-Tengo que buscar una forma de decírselo a Alberto, estar tranquilo con él para explicarle lo que ha sucedido. -gruñó una imprecación y se dio la vuelta de espaldas a mi.
-Mejor será que duermas, no tienes obligación de explicar nada, ¿crees que será tan tonto de no imaginar lo que pasaría esta noche?
Por su respiración sabía que estaba dormido mientras que yo no podía dejar de pensar en lo que había pasado, y a pesar de mis dudas sabía que tendría que marchar con él. Me dolía hasta en el alma pensar en el dolor que Alberto sentiría, pero si se lo explicaba todo, él lo entendería.
Por otro lado me sentía avergonzado por no haberle sido fiel, ¿había sido forzado por Pablo?, ya lo ponía en duda, disfrute de su follada, no me opuse con la fuerza suficiente, no quise evitar tenerle dentro de mi otra vez.
La noche se hacía larga y solo escuchaba su respirar acompasado, durmiendo tranquilamente cuando había creado este problema en mi vida que parecía estar resuelta unas horas antes.
Me levanté incapaz de dormir y me metí en el ...
... baño, cuando empezó a amanecer. Pablo continuaba durmiendo, con las piernas abiertas mostrándome las redondas montañas del peludo culo. Cerré la puerta para no despertarlo y me metí bajo la ducha, quería limpiar la mugre, pero no la de mi piel, la que surge de la traición y se recrea en el vicio.
Cuando salí para vestirme Pablo no estaba en la cama, me preparé y marché a la cocina, el personal completo de la casa, y otros que Ana María había contratado, se esmeraban en limpiar las extensas cristalerías y los objetos de plata donde servirían el refrigerio después de la ceremonia.
Desayuné solo en el pequeño comedor de la cocina, servido por Alicia y observado por la mirada alicaída de Dulce.
-¿Sabes donde está Pablo?
-Después de tomar un zumo dijo que marchaba a la piscina. -necesitaba estar a solas, meditar, y caminé hacia el salón donde algunos operarios disponían sillas y preparaban el lugar para el acontecimiento.
Más allá de las grandes cristaleras podía ver el pabellón, la piscina y a Pablo que en ese momento salía del agua.
No quería hablar con nadie hasta el momento de la ceremonia y me metí en la biblioteca donde sería difícil que alguien me buscara. Intentaba encontrar una fórmula consistente para que Alberto me entendiera, herirle lo menos posible, y no podía encontrarla.
Comenzaron a llegar los invitados, en el salón principal, además de las sillas, habían colocado sobre una mesa alta, la bolsa de terciopelo que contenía la urna de metal. La ...