1. 38.3 Dolor que no cesa


    Fecha: 19/06/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... mi lado caminando en silencio.
    
    —Daniel, él se ha marchado y no quiero que tú hagas lo mismo, tenemos hablar, necesito decirte tantas cosas, en realidad no quiero que te alejes otra vez.
    
    Le hubiera abrazado en ese momento, pero escuchaba los pasos de Borja detrás de nosotros y ese crujir de la grava me salvó de volver a caer en el profundo y negro pozo.
    
    —Estoy para cuando me necesites, no me voy a distanciar, tú tienes quien te cuide y yo también, estaremos bien los dos. –en ese momento pude constatar como mi maldad se materializaba y me sentí miserable. Sin mirarle percibí que le dolían mis palabras, volvía a hacerse presente aquel lazo que nos permitía adivinar nuestros sentimientos.
    
    —No he pretendido ser cruel, lo lamento Gonzalo. –de verdad que lo sentía, pero ese sonido exasperante, ese rechinar de la grava detrás de nosotros me trastornaba.
    
    La despedida fue breve, abracé con fuerza a Raúl para susurrar en su oído, en referencia a María.
    
    —La vas a cuidar, ¿verdad? —Raúl asentía simplemente golpeando mi espalda.
    
    Cogimos el coche para bajar hasta el restaurante del antiguo molino y más tarde fortín de defensa de la costa. Nos seguían en el suyo Carlos con Amadeo, mi padre los había invitado a comer.
    
    Paseamos un rato antes de entrar al restaurante, mirando la bahía y el movimiento de los barcos, mis padres se habían quedado en el bar, avanzábamos siguiendo el acantilado y en la barandilla de troncos nos detuvimos apoyados en ella mirando el horizonte ...
    ... del mar.
    
    Carlos pasó un brazo por mi cintura y con el otro acercó a Amadeo.
    
    —Estaremos bien, ahora tiene la labor de cuidarnos y hacer que todos seamos felices.
    
    La comida resultó tristona a pesar de los esfuerzos de papá y Amadeo por hablar de cosas intrascendentes, o importantes, como la preocupación por la lluvia que no cesaba y estaba inundado media España y también el recuerdo de las noticias que llegaban de Venezuela y preocupan a mi amigo que ya la ama como si fuera su país.
    
    La tarde pasa rápida, entretenida hasta que nos despedimos de ellos, en casa mi madre me muestra mi nueva colección de slips que me ha comprado y quiere que me lleve, los hay de todos los colores, me pregunta por todo, está interesada por Evans que es a quien más conoce y quiere, por mi trabajo y por cómo me arreglo en mi estudio y todas esas cosas de la vida doméstica.
    
    No le voy a contar todo, es una mujer compresiva, moderna y liberal pero no creo que entendiera muy bien mi relación con Ray y Rafael y muchas otras cosas más.
    
    Domingo
    
    Vamos a recoger a mi madre a la salida de misa, esperamos paseando en la plaza circular alrededor de la ermita y cuando aparece vamos al centro del pueblo, a pasar el tiempo juntos. Si estamos en casa cada uno hace sus cosas, que siempre son importantes. Hoy queremos dilapidar estas últimas horas simplemente estando juntos.
    
    Mi vuelo a Leeds es con escala enÁmsterdam, cuando llego al hotel son las diez de noche con la hora ganada al reloj, siete ...
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