La historia de Ángel, solo era un muchacho (34)
Fecha: 28/01/2023,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
Después del orgasmo consecutivo que tuvimos los tres, sudorosos, aún convulsos, y cansados, nos quedaos tumbados en la cama, los tenía a cada uno a un costado y les agarré de la mano llevándomelas a los labios.
-¡Gracias chicos, gracias! Ha estado genial. -ambos se giraron para mirarme con una hermosa sonrisa iluminándoles la cara.
-A ti gatito, tu eres la causa de tanto placer. -Álvaro apretó mi mano, entonces Pablo se levantó sobre los codos para alcanzar a mirarle.
-Tu has sido el que has organizado todo, has reunido a todos los amigos, pagado la fiesta, la habitación. -se apretaron las manos que tenía cogidas.
-Bueno, no a todos. -volvieron a coger la postura que tenían mirando al techo pintado de gris cielo mientras yo me colocaba de costado mirando a Pablo.
-¿Que vamos a hacer nosotros cuando te vayas? -coloqué los labios sobre su hombro temiendo no poderme contener y comenzar con mis lloros. Apretó con fuerza los labios sin mirarme.
-Vendré siempre que pueda.
-¿Y cuándo será eso? ¿Los fines de semana? ¿Cada quince días…, una vez al mes…, el trimestre entero? No quiero que nos dejes.
-¡Por favor Ángel! No me lo pongas más difícil. Tu te quedarás con Álvaro y yo estaré solo, tendrás quien te cuide y se ocupe de ti. -Álvaro se me había acercado abrazándome por detrás y me acariciaba sutilmente la cintura.
-Tranquilo gatito, estarás bien y Pablo tiene que terminar sus estudios, está en el momento más complicado. -colocó los labios sobre mi ...
... hombro intentando que me calmara.
Pasaron unos minutos sin que habláramos hasta que noté como el cuerpo de Pablo se estremecía intentando contener la risa que por fin dejó que le saliera, se dio la vuelta y nos miraba con la boca abierta.
-¿Has visto las maniobras de la pequeña Irina? Vas a tener que atenderla para que me deje tranquilo, pensaba que su estancia alejada de ti la habría calmado. -le salía un hilo de saliva por la comisura inferior de la boca, me recordaba la risa alegre de un niño recordando viejos juegos y diabluras y me contagio la alegría.
-¿Qué pasa con esa chica, parecía que deseaba comerte? -le hice la pregunta mientras le limpiaba la boca pasándole un dedo por los labios. Pablo alargó la mano por encima de mi para llegar al hombro de su amigo y golpearle sin dejar de reír.
-Eso te lo tendrá que contar nuestro amigo que sabe más que yo.
-Es solamente una niña, quizá un poco caprichosa, deberías dejarla en paz. -Álvaro no cesaba de besarme el cuello hablando sin alterarse.
-Ya, no tan niña, hacía meses que no la veía y ha cambiado…, para bien, se ha hecho una mujer en todo, una preciosa señorita que sigue persiguiendo a su príncipe, desesperada porque no le hace caso alguno.
-Para mi es como un miembro de mi familia, como una hermanita pequeña…
-Ella no te ve así, se ha vuelto más calculadora e interesada, diferente a cuando tenía catorce años, manipuladora con tus padres que la adoran y ella lo sabe, como conoce que les encantaría que ...