Exorcizando la infidelidad
Fecha: 08/12/2022,
Categorías:
Confesiones
Autor: MiguelFederico, Fuente: CuentoRelatos
... encima y al mismo tiempo gozando como una mujer muy caliente.
Mis manos acariciaban su pecho y en cada orgasmo clavaba mis uñas en él. Hice que sus manos apretaran mis pechos hasta provocarme dolor. Estuve un rato largo hasta que acabó dentro de mí. Me tiré a su lado y luego fui al baño a lavarme.
“Por favor, que mujer.” Dijo Sergio cuando volví.
“Hoy no Sergio, hoy no.” Le dije y el comprendió. “Si traes un par de whisky’s, quizás te dé una chance.” Dije. Cuando volvió nos sentamos en la cama a mirarnos y tomar el whisky.
“Tantas veces te soñé.” Dijo Sergio.
“Me soñaste solamente o además…” dije riendo.
“Bueno, uno era adolescente.” Dijo también riendo.
Terminamos el whisky y me puse a chuparle la pija. No pude menos que compararla con la de mi ex, y esta era bastante más larga y gorda. Cuando estuvo a punto, él me puso boca arriba y me comenzó a chupar la concha, y que bien que lo hacía. No tardó en comenzar con mis orgasmos en seguidilla. Me chupaba y apretaba mi culo. Su lengua me penetraba generosamente, dando placer continúo. Levanté mis piernas y el entendió y me fue penetrando de a poco hasta meterla toda, entraba y salía con ritmo. Yo lo seguía con mis caderas. Mis orgasmos lo excitaban, yo acariciaba su espalda y besaba y chupaba sus pechos. Cuando estaba cerca del final, le hice una seña y se salió. Me puse frente a él y lo miré a los ojos.
“Te voy a regalar algo que nunca fue usado por nadie, pero por favor, se gentil.” Dije.
Me puse ...
... en cuatro delante de él y mojé un dedo en mi concha, para meterlo de a poco en mi culo virgen. Cuando metí el segundo el dolor fue mayor. Ahí dudé de mi decisión, pero decidí seguir. Él seguramente lo notó porque sacó mis dedos y los reemplazó con su lengua que comenzó a penetrarme dándome un placer desconocido, juntaba saliva y la metía en mi culo.
De pronto sentí que su pija se apoyaba y comenzaba a empujar. Mis quejidos aumentaban a medida que iba entrando milímetro a milímetro. En un momento él se detuvo sin que la cabeza de su pija aún hubiera entrado.
“Seguí” le dije en tono imperativo.
El siguió penetrándome, la cabeza entro y otro quejido fuerte lo detuvo. Voltee mi cabeza por sobre mi hombro y le dije:
“Metela cagón.”
Sergio me tomó de la cintura con sus dos manos y empujó sin pausa hasta que entró toda. Yo mordía la almohada de dolor, de a poco fue sacándola y volviéndola a meter, y yo a aprender como eran de lindos los orgasmos anales. Sus envestidas se hicieron cada vez más fuertes, casi tanto como mis orgasmos. Cuando sentí que se estaba por venir, se frenó y bruscamente salió de mi culo, me puso boca arriba y me penetró la concha, para acabar dentro mío y besándome con todo en la boca. Literalmente me la partió.
Se quedó varios minutos sobre mí, me besó nuevamente en la boca y se acostó a mi lado. Yo apagué la luz y me volví a acostar.
Sergio con alguna duda, pasó su brazo bajo mi cuello y me atrajo hacia él. Nos quedamos un rato largo en ...