Exorcizando la infidelidad
Fecha: 08/12/2022,
Categorías:
Confesiones
Autor: MiguelFederico, Fuente: CuentoRelatos
... Cada vez me atraía más hacia él, hasta que yo saque las manos de su pecho y le rodee el cuello.
“Estas más hermosa y sensual que cuando tenías 17. Sos una tremenda mujer.” Me dijo. Su alago me estremeció, hacía mucho que no recibía palabras tan lindas. No tardó mucho en besarme suavemente el lóbulo de la oreja.
“Sergio, vas por el camino equivocado.” Le dije seria. Él se separó un poco y me miró serio. Como mis manos rodeaban su cuello lo atraje hacia mí y le dije al oído: “Es el otro lóbulo el más sensible.”
“Seguís siendo jodida, como cuando eras una pendeja. Me hiciste cagar todo.” Y yo le bese el lóbulo a él.
“Y vos tan lindo y dulce.” Le dije entendiendo lo que Tina me había dicho.
Cambiaron la música y volvimos a la mesa. Paul la besaba a Tina, que respondía con ganas.
“Perdón, molestamos.” Dijo Sergio.
“Sergio, pensé que eras más canchero.” Dijo Tina provocando la risa de los cuatro.
Tomamos otra botella de champagne y como no cambiaba la música les hice una propuesta.
“Les parece que la sigamos en casa, tengo un buen equipo de música, buenos cds, y quizás algún champagne frio. Si no, Whisky, Gin, Vodka seguro que hay. Hasta Tequila.”
Sin dudar aceptaron. En el auto, Sergio me abrazó y me atrajo hasta apoyar mi cabeza en su hombro. Cuando llegamos, Tina ponía música, yo buscaba whisky y Paul y Sergio corrían la mesa ratona para hacer una pista. Obviamente pocas luces. Nos sentamos y Sergio me dijo al oído: ¿Chispa (mi apodo de la prepa) ...
... te puedo dar un beso?
“No.” Le dije y yo lo bese con muchas ganas, pasión y ya un poco de excitación.
Él sorprendido me respondió abrazándome con fuerza, mientras Paul y Tina bailaban.
Un par de whisky’s después, yo estaba totalmente desinhibida. Mientras bailábamos, empezó a sonar, el tema Puedes dejarte el sombrero puesto. Fue mi perdición, lo empujé a Sergio haciendo que se siente y me puse a imitar la coreografía. Los tres me miraban y aplaudían. Cuando terminó me acerque al oído de Sergio y le dije:
“Es ahora o nunca, seguime”
Sergio se paró y tomándome de la mano me seguía cuando Tina gritó:
“Per, ¿cuál usamos?”
“El que quieran, están todos listos.” Dije.
“Otra cosa, me dice Paul, que hace unas tostadas francesas espectaculares.”
“Que haga el desayuno entonces.” Y apuré el paso para llegar a mi dormitorio.
Entramos cerré la puerta y con un solo movimiento baje el cierre del vestido y me lo saque. Lo tiré a Sergio en la cama que solo había atinado a desabrocharse el cinturón. Me senté sobre su miembro y fui desabotonando la camisa. Se la saqué y luego los pantalones y el bóxer. Quitarme el corpiño le costó un poco por lo que aproveche para quitarme el culote que llevaba.
Nos empezamos a besar con todo, mi mano bajó a su pija que ya se estaba poniendo dura. Estaba loca, lo besaba y masturbaba con furia, cuando estuvo bien dura, me subí a él y la metí de golpe en mi concha. Lo galopaba con furia, sacándome toda la mala energía que tenía ...