1. Nunca digas nunca, yo lo dije y...


    Fecha: 08/12/2022, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... culo para atrás, por fin empezó a cogerte despacio, primero te sacaba un poquito de verga y luego te la volvía a meter, luego te la sacaba un poco más y va pa dentro, así, hasta que casi sacó la cabeza y te la dejó ir sin compasión, tu seguías gritando, yo aproveché y empecé a darte nalgadas mientras te jalaba del cabello, tu pedías más fuerte, más duro, no sabíamos a quién de los dos nos hablabas, así que mi marido te cogía más fuerte y yo te nalgueaba más duro, empecé a decirte que eras una puta y nos contestabas que te encantaba ser nuestra puta, que nunca habías sentido tanto placer. Yo te pegué una bofetada y tú te asustaste, nadie te había pegado y menos una mujer, pero tú, sin entenderlo, me pediste que te diera más duro, entonces te agarré de las greñas y te solté una catarata de bofetadas, mientras mi marido te reventaba el culo.
    
    Había llegado el momento tan esperado por mí y que tú estabas a punto de experimentar, te empezó a coger muy rápido por la panocha y cuando tú no lo esperabas, te la metió en el culo, ahí si pegaste un alarido tremendo, pero luego empezó su juego perverso, te cogía por la panocha y luego por el culo, cambiaba de hoyo a una velocidad asombrosa y tú llorabas de placer, decías que te estaba reventando toda, pero que sentías que te ibas a morir de tanto orgasmo, yo fui frente a ti y besándote te dije que disfrutaras porque una cogida como esa no se vive todos los días, yo miraba tu rostro lleno de lágrimas pero aderezado con una enorme ...
    ... sonrisa de placer, en cada cambio de hoyo, tu gritabas, hasta que dijiste que estabas a punto de terminar, entonces mi marido te preguntó dónde quería la leche y tú le suplicaste que en el culo, vi cómo te hundió su verga por última vez en la panocha y luego te taladró el culo hasta que los dos gritaron al mismo tiempo en señal de que se vinieron juntos.
    
    Al día siguiente te levantaste tarde, nosotros ya habíamos terminado de desayunar, cuando te vimos venir a la mesa caminando como pato… te veías tan divertida, yo te serví desayuno y me pediste que querías tomar esa bebida tan rica que bebiste anoche, pero te dije que era más saludable que tomaras un simple jugo de naranja, que no era bueno tomar alcohol tan temprano. Te lo devoraste todo, comiste como si fueras una pinche refugiada. Mi marido te tomó la mano tiernamente y te dijo:
    
    - ¿Ves lo que te dije? Que, si aceptabas venir con nosotros, nos ibas a rogar que te hiciéramos todas esas cosas que habías prometido que nunca harías.
    
    - ¿Pero porque lloras, Brendita? Un poco de dolor bien vale la pena después de haber disfrutado la experiencia más caliente de tu vida. A mí me encantó iniciarte en los placeres de Lesbos.
    
    -Es que ni yo me entiendo, de verdad, yo no soy así, antes de conocerlos yo era una mujer normal, pero ahora me siento como una cualquiera, sucia, como si fuera una puta barata de esas que se paran en las esquinas.
    
    -Deja de hacer pucheros, Brendita, tú me dijiste que no te gustaba que te dieran verga por ...