1. Nunca digas nunca, yo lo dije y...


    Fecha: 08/12/2022, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... un dolor sabroso. Nunca había probado una verga que me llegara tan adentro. Oírme decir eso, lo enloqueció y empezó a cogerme más fuete, yo estaba enfebrecida, entonces, me empecé a mover como si estuviera poseída, sentía una descarga eléctrica recorriendo mi espalda y explotando en mi papaya.
    
    -Estás teniendo un orgasmo, que rico mueves el culo.
    
    Andrés me sacó la verga y nos pidió que se la mamáramos las dos juntas.
    
    -No, Andrés, o se la mama ella o yo, pero las dos juntas, no, no quiero sentir su boca cerca de la mía.
    
    -Ok, entonces tú le mamas la verga y yo los huevos, así no me tienes tan cerca.
    
    - ¿Me lo promete?
    
    - ¿Por qué tanta desconfianza? Sí, Brenda, te lo prometo.
    
    - ¿Cómo que por qué tanta desconfianza? Si hasta me lamió el trasero.
    
    -Fue una travesurita.
    
    -Pues no me gustan las travesuras.
    
    - ¡Bueno, me van a mamar la verga! ¿O me voy a pajear al baño? A ver, vengan, así no corres peligro de que Lucía ni siquiera te roce.
    
    Andrés se puso de lado en la cama, yo me acosté poniendo mi boca frente a su verga y Lucía se acostó atrás de él colocándose cerca de sus huevos, y empezamos a darle placer, yo le mamaba la verga, me encantaba oír ese sonido que produce mi boca cuando mamó verga, ¡Y qué verga! Lucía le lamía los huevos, primero se metía uno a la boca, después el otro y luego le pasaba su lengua desde las pelotas hasta el culo, él pegó un brinquito y le pregunté si lo había lastimado con los dientes, él me dijo que no, que siguiera, que ...
    ... mamaba muy rico. Vi que Lucía le estaba chupando el culo, abrí los ojos asombrada y le dije que yo nunca haría esa cosa tan asquerosa, Andrés me dijo que siguiera mamando, vi que Lucía quería martirizarlo, se chupó un dedo y se lo hundió en el culo, lo metía y lo sacaba, entendí por los gestos que hacía Andrés, que le estaba acariciando la próstata y entre la mamada, la lamida de huevos y el dedo hurgándole el culo, se vino en mi boca, como no me dejó sacármela, yo no quería tragarme su semen, empecé a hacer gárgaras, tratando de respirar, pero me tuve que tragar la leche y luego me puse a toser, Lucía se encargó de limpiar los restos de semen con sus labios.
    
    Nos dijo que iba a descansar un poco, pero que no nos vistiéramos, porque no podía pasar esa noche sin que me reventara el culo y entró al baño.
    
    -No sabía que su esposo fuera tan violento.
    
    - ¿Por qué lo dices?
    
    - ¿Cómo que por qué? ¿No vio cómo me metió su cosa hasta el fondo de la garganta? Y luego cuando usted me lamió el culo, ¡Perra!... Vio cómo me agarró de la cabeza y me violó la boca, si hasta llorar me hizo el muy pendejo. Y después me cargó como si fuera una muñeca de trapo y me puso en cuatro a puro chingadazo, y para terminar de fregarla, me cogió como si me la quisiera sacar por la garganta. Y todavía me pregunta ¿Por qué le digo que es violento?
    
    -No mamita, se comportó así porque estaba muy caliente. No quieres verlo cuando de verdad se pone violento.
    
    - ¿Es peor? ¡Qué horror!... Y ahora me ...
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