1. La mirada de zorra


    Fecha: 22/11/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... nombrar porque no tengo ni puñetera idea de cómo se llaman) eran visibles bajo las cristalinas y tranquilas aguas del mediterráneo que baña esta playa. Javi estaba todavía a unos veinte metros cuando el agua me llegó a las rodillas. Continué caminando hacia él mientras le observaba mirarme detenidamente a mí y, con el rabillo del ojo, controlar quién más me miraba desde la playa.
    
    - ¿Os pone la tía a la que me voy a follar ahora mismo en el agua? -sonreí al pensarle diciendo mis mismas palabras.
    
    Antes de que el agua me cubriera el sexo, y de espaldas a la orilla, me llevé la mano al coño para intentar meterme tantos dedos como me entraran para asegurarme que lo tenía bien abierto y lubricado; Que, paradójicamente, el agua seca los fluidos y dificulta la penetración. El acto reflejo al penetrarme con tres dedos fue el de echar el culo hacia atrás, y eso, lo aproveché para dejarme caer de espaldas en el agua y disimular así lo que realmente acababa de pasar. Algo que acababa de regalarle a Javi, solo para él, pero delante de todo el mundo.
    
    En seguida, y solo con la cabeza por encima del agua, Javi se me acercó. Por la posición en la que yo me había dejado caer en el agua, le estaba esperando para recibirle abierta de piernas. Así que, conforme me alcanzó, solo tuvo que pasar sus piernas por debajo mía, cogerme por las caderas y el culo y, al apretarme contra él, penetrarme a placer.
    
    ¡Y qué maravilla de clavada!
    
    Se colocó de cuclillas bajo el agua, conmigo ...
    ... sentada encima, y empezamos a follar. ¡Ay Dios las cosas que te hacen las corrientes de agua en el coño! Cada una de sus penetraciones iba acompañada de u golpe de agua que venía con un poco de retardo pero que hacía que, cada vez, valiera por dos. Era mi primera vez en el agua y, lejos de lo que había escuchado de otras mujeres, yo no parecía tener problemas de lubricación y sequedad: aquello iba como la seda.
    
    ¡Mira, qué morbazo de polvo!
    
    Con el efecto rebote ahí, poniéndome loca del coño, y a la vista de todo el mundo. Había ocasiones en las que me costaba contenerme para enseñarle a la comunidad lo que estábamos haciendo y lo bien que me lo estaba pasando. Hasta hubo un par de veces que planté los pies en el suelo y le cogí del culo para tirar de él hacia arriba y que, así, la playa me viera el culo en movimientos de folleteo.
    
    Al final fui más zorra y, lo que hice, fue sentarme sobre Javi dándole la espalda y de frente a l playa mientras él e seguía follando. Así podía estirarme y sacar las tetas sobre el agua tanto como quisiera. Tenía el poder para hacerlo evidente, si me daba la gana.
    
    ¡Orgasmazo!
    
    Dos seguidos, dicho sea de paso. Tuve que dejarme caer de frente para hundir la cara en el agua y sumergir los gemidos. Y, al darme cuenta de la posición en la que, entonces, se nos veía desde la playa, tuve el tercer orgasmo.
    
    Me lancé hacia adelante bajo el agua como torpedo recién disparado tratando de deshacer de inmediato la postura sexual en la que acababa de ...
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