La mirada de zorra
Fecha: 22/11/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... la playa y, para el cafelito, regresar a la civilización. Plantamos la sombrilla, colocamos toallas y neveras, nos desnudamos con intercambio de caricias o palmaditas eróticas y nos puse el primer viaje de protector solar. Extendí con mis manos la crema por todo el cuerpo de Javi. Era un David, a mí me lo parece. Alto, cuerpo atlético, guapo y con poco vello corporal; Ocasión que aprovecha para tener los genitales depilados.
Si, yo también estoy completamente depilada, que sé que os lo acabáis de preguntar. Eso, y cuál es mi nombre. Soy Naty.
Pasamos las primeras horas tirados boca arriba en las toallas hablando de nuestras vidas inmediatamente anteriores a la actual. De vez en cuando nos metíamos en el agua para refrescarnos, juntos o por separado, y continuábamos luego con la charla. Fue llegando más gente hasta que la playa adoptó la fisonomía con la que yo la recordaba: una orilla de alrededor de doscientos metros en línea recta, que daba cobijo a un grupo heterogéneo de cerca de cuarenta o cincuenta personas. Adultos, familias, parejas de condiciones diversas, grupos de amigos, solitarios... Una micro sociedad a escala naturista de todo lo que nos rodea en la humanidad.
A Javi se le había puesto dura varias veces a lo largo de la mañana pero, desde hacía un rato, se mantenía en un tamaño morcillón bastante destacable y apetecible. No os he contado que Javi gasta más de veinte centímetros de rabo, de rabo grueso y depilado, es imposible no fijarse en semejante ...
... serpiente cuando se despierta.
Estaba entretenido disfrutando con las vistas que le ofrecía la playa, se recreaba mirando a las mujeres. Sí, también me miraba a mí, claro, pero nos miraba a todas. Cuando vienes de vuelta ya sabes que no importa porque conoces el secreto de los límites del sexo y del amor. Tienes tus propios límites, claro, pero conoces los márgenes que la sociedad les confiere y los entiendes. Que Javi se pusiera palote mirando a otras tías es algo sobre lo que ni tendría que haber escrito las líneas que le dedico.
¿O es que creéis que yo no miraba? Lo que pasa es que, a nosotras, no se nos nota tanto...
Además, ya os he dicho antes que, ambos, teníamos el puntito sexual un poco por encima de la media de reposo, éramos dos maduros viviendo el amor de la adolescencia.
Le interrumpí en una de las ocasiones en que, con la yema de los dedos, me estaba haciendo cosquillas en el hueso de la cadera y esa zona del muslo para levantarme de la toalla e ir al agua a refrescarme. El sol ya estaba empezando a apretar. Caminé hasta que el mar me cubría por la mitad del muslo y me detuve. De espaldas a la orilla, me agaché para mojarme las manos, los brazos, la nuca y la tripa varias veces. Y, cuando dejé de sentir la diferencia de temperatura con el agua, me dejé caer hacia atrás para que el agua me envolviera por la espalda.
Al volver a asomar la cabeza de debajo del agua y mirar hacia la orilla mientras me escurría el pelo, vi a Javi levantarse de la toalla ...