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Secuestro consentido
Fecha: 02/10/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... las 24 horas y llores a lagrima suelta - Me amenazo duramente si osaba quejarme. Mi raptora me obligo a comer todo el contenido de la lata de comida para perros. Me tapaba la nariz con una mano mientras la otra mano enguantada la introducía en mi boca repleta de la repugnante y viscosa comida. No tuve más remedio que obedecer y tragarme todo como un buen perro obediente. Cuanto termine una lata la señora abrió la segunda a modo de castigo, quería humillarme y quería seguir disfrutando observando mi cara de repugnancia y asco. Nunca había comido algo tan desagradable y humillante. La señora se reía a carcajadas observando mi rostro, sin ningún tipo de piedad volvía a introducir su mano una y otra vez en mi boca repleta de foie de perro. Termine toda mi comida y la señora satisfecha volvió a amordazarme de nuevo con mi mordaza. No pensaba dejarme ni un instante sin amordazarme, realmente decía la verdad cuando dijo que no volvería a escuchar mis gritos o quejas. Se marcho de la habitación. Quede de nuevo encerrado .Pasaron las horas y mi cuerpo estaba completamente dolorido, las esposas me producían un dolor intenso al igual que mi culo marcado y dolorido. Tras el regreso de mi dueña ahora dudaba si era un alivio o todo lo contrario, estaba completamente dolorido y quedaban muchas horas por delante para recibir más castigos y humillaciones. Se colocó como ya era habitual sus guantes de piel y se acerco hasta donde me encontraba encadenado. Me mostro algo que sujetaba ...
... entre sus manos, al principio desconocía de que se trataba hasta que observe atentamente y observe que sujetaba una pequeña cadenita que contenía unas pinza metálicas en cada extremo. Colocó una pinza metálica en cada pezón de mi cuerpo y con una sofistica pequeña ruleta que llevaban a un lado de cada pinza las apretó duramente a mi pezón. Sentí un fuerte dolor pero nada comparado cuando tiro de la cadenita hacia atrás provocándome un dolor intenso e insufrible que me hizo saltar las lagrimas. Tiró ligeramente de la cadena de nuevo con su dedo tensando aún más la cadena y aumentando mucho mas mi dolor, deseaba gritar y suplicar piedad pero era un capricho que no estaba a mi alcance. Soltó la cadena y mi raptora me miró con una sonrisa perversa mientras extendía de nuevo su dedo para agarrar la cadena, volvió a tirar de nuevo provocándome el mismo sufrimiento, cuando me retorcía de dolor tensaba aún más la cadena y duplicaba la intensidad, era terriblemente doloroso. Mi raptora cruelmente continuo tirando una y otra vez observando mi dolor y sufrimiento, mostraba una cara de felicidad y satisfacción indescriptible. Intentaba gritar y pedir clemencia pero solo me encontré sus duras bofetadas en mi rostro con su mano enguantada. Tiraba de la cadenita que sujetaba las pinzas provocándome mas y mas dolor mientras me abofeteaba repetidamente humillando y burlándose de mi. - ¿ ves? no eres más que una puta llorica - Mi llanto no la detuvo, deseaba con todas mi fuerzas pedir piedad ...