Desde que tengo uso de razón mi fantasía sexual preferida y deseada ha sido siempre experimentar un secuestro consentido, es decir, ser secuestrado por una mujer dominante y cruel. Ser encerrado y sometido duramente a sus castigos bajo su completo control y disciplina ,descubriendo mi lado masoquista . Harto de no satisfacer nunca esta fantasía y siempre posponerla decidí que era el momento de cumplirla, era el momento de planear mi secuestro.
El primer paso era contactar con una mujer experta en este tipo de dominación o internamiento. Leí infinidad de anuncios de Amas que ofrecían servicios de los más variados pero ninguno se ajustaba a lo que buscaba. Seleccione algunos anuncios y contacte con algunas dominas pero el resultado no fue el esperado. No era lo que siempre había deseado, no buscaba mazmorras o lugares diseñados para este tipo de técnicas ,no pretendía adorar a ninguna mujer o diosa y tampoco buscaba bellezas imponentes que me quitaran el aliento, esa no era mi fantasía.
Tras varios días y semanas estaba a punto de tirar la toalla y volver a posponer la fantasía como siempre había hecho pero encontré un anuncio discreto donde mujer dominante de más de 50 años buscaba esclavo para humillarlo, castigarlo y encerrarlo a su antojo durante días. ¡¡ Este era mi anuncio¡¡. Contacte de inmediato y nadie contesto al teléfono, no era mi día de suerte. Unas horas después cuando ya había anochecido ese número que marque me devolvió la llamada. Una mujer con una voz ...
... firme y seria me habló al otro lado del teléfono, desde un primer momento noté su carácter autoritario , osé interrumpirla en un momento dado de la conversación y rápidamente reprendió mi comportamiento y me ordeno que solo hablaría cuando ella me preguntara y que nunca volviese a interrumpirla.
Estaba seguro que había encontrado a la señora que tanto deseaba y había buscado. A lo largo de los siguientes días nuestras conversaciones se intensificaron y ambos estábamos de acuerdo en realizar la tan ansiada fantasía, eso sí, me dejo bien claro que yo no iba a decidir lo que ocurriría, acataría sus órdenes y normas , ella sería quien decidiese que ocurriría en mi secuestro y los castigos o disciplina que utilizaría, esto era innegociable. Mis ganas por descubrir que ocurriría se intensificaban a medida que transcurrían los días, preguntaba en cada conversación telefónica y la respuesta siempre era la misma " te castigaré duramente a mi antojo y no podrás escapar " su respuesta despertaba mi temor e impaciencia por que llegase el momento .
El día tan ansiado por fin llegó, recibí la dirección de una finca situada a las afueras de la ciudad. Me puse todo lo elegante que pude y me dirigí a conocer a quien sería mi ama durante las próximas horas. Tras un par de horas de viaje, llegue a la dirección señalada. Toque al timbre de una puerta metálica que daba acceso a un precioso y cuidado jardín . Atravesé el jardín y llegue hasta una terraza recibidor donde me aguardaba una nueva ...