1. Secuestro consentido


    Fecha: 02/10/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... contemplado su trabajo satisfecha, sonrió y me dio una fuerte bofetada de izquierda a derecha en mi cara. Su mano enguantada me cruzó la cara duramente produciendo un fuerte escozor .
    
    - Ahora eres mío, te castigaré como me dé la gana y te prometo que vas a sufrir, van a ser las 24 horas más largas de tu vida - . Mi raptorase dirigió sonriente hacia la puerta del sótano , abrió la puerta y antes de marcharse volvió a dirigirme su tono de voz autoritario.
    
    - Permanecerás así hasta que me plazca ,cuando regrese comenzaremos tu castigo, coge fuerzas porque las vas a necesitar -. Una vez terminó de intimidarmecerró la puerta cerrándola con llave desde el exterior y se marcho dejándome allí encerrado, inmovilizado y amordazado.
    
    El tiempo encerrado en el sótano transcurría muy lentamente, no podía hacer nada, era completamente aburrido y cada vez me dolían mas mis ataduras. La señora llevaba razón, las esposas cada vez dolían mas y mas apretadas a mi piel. Deseaba gritar y llamar a mi dueña pero no podía hacer nada, solo esperar y observar como el tiempo se detiene allí encerrado. Perdí la noción del tiempo, quizás llevaba inmóvil y amordazado una hora o quizás ya habían pasado dos, a mi me había parecido todo un mundo. Las rodillas me dolían , las esposas me apretaban fuertemente y mi boca me sabía fatal, un sabor rancio se apoderaba de mi boca.
    
    Transcurrieron al menos tres horas hasta que vi abrirse de nuevo la puerta. Fue una alegría ver a mi raptora regresar al sótano ...
    ... donde me encontraba. Era conocedor que ahora el momento de mi castigo tal como me prometió mi dueña. La señora cerró la puerta y comenzó de nuevo a ajustarse sus guantes de piel a sus manos. Me miró fijamente con su mirada intimidatoria y observe como se quitó su cinturón ancho de piel que llevaba alrededor de su cintura . Era un cinturón negro de señora y de apariencia grueso y ancho. lo agarro fuertemente y anudo su extremo sobre su mano para que no se la escapara.
    
    - Es hora de tu castigo. Adoró azotar a imbéciles como tú con mi cinturón hasta que caen rendidos a mis pies suplicando y llorando para que me detenga. Lastima... en tu caso no podrás ni suplicar - . Llevaba razón no podía decir una sola palabra, solo someterme a sus castigos.
    
    Se colocó detrás de mi fuera del alcance de mi vista y sabía que en cualquier momento recibiría el primer correazo. Escuche el ruido de sus tacones y acto seguido ZAAAAAAAAAAASSSSSSSS un durísimo correazo se estrelló en mi culo. Sentí el aguijón de una avispa, un fuerte dolor que me hizo ver las estrellitas literalmente. Grité pero mi mordaza amortiguo todo sonido, no se escucho nada en la habitación salvo el chasquido de la correa contra mi trasero. Sin reponerme del primer azote comenzó a lanzar su correa contra mi culo con fuerza, comencé a recibir durísimos azotes . ZAAAAAASSSSSSSSSS ZAAAAAAAAAAAASSSSSSSSS cada azote dolía mas y mas, era una azotaina terriblemente dura. Mi raptora tal como me prometió me castigaría duramente y yo ...
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