1. Zacatlán


    Fecha: 17/09/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... centímetros de diámetro que de repente asomaba, hacía que nuestros invitados resoplaran y repitieran algunas estupideces que evidenciaban su excitación.
    
    El inserto salió de repente, rápido, dejando una dilatación evidente, en la que Ramón decidió jugar con dos de sus dedos que entraban y salían sin impedimento, como su pene en mi boca, duro y fuerte, estaba listo, para ser el primero en estar dentro de mi.
    
    Se levantó, sin sacar los dos dedos que se perdían en los adentros de mi ano, se masturbó, deleitándose del trabajo hecho y sin ver, como si no existieran los testigos, tomó mi cuello, me levantó sin levantar mis rodillas del suelo, se colocó detrás mío, se hincó, tomé su pene en mi mano y lo dirigí a mi orificio que se abría y se cerraba esperando ser penetrado, y mi macho entró, suave y lento, y una vez dentro, se dejó caer al piso, acostado, me acuclillé sobre él y yo subía y bajaba deslizándome en esa tranca, gemíamos, recargué mi mano izquierda en su pecho y me ocupé de mi vagina, que desde hace varias horas, me pedía atención. Con un uave movimiento de mi mano abierta por encima de ella, jugando con mis labios, que a decirlo: son carnosos y largos, de un ligero color rosa. Deslicé mi dedo índice y medio dentro, en búsqueda de los activadores de placer. Tenía el control total, yo era quien subía y bajaba y yo era quien tenía, en la punta de mis dedos, el inminente orgasmo que no tardó en llegar: Ramón tomaba mi cintura y yo me dejé llevar ahora, cerré los ojos, ...
    ... abrí la boca, dejando caer mi mandíbula, relajado todos mis músculos, llevando toda la tensión a mi mano derecha, que apretó mi vagina, comprimiendo mi sexo y obsequiando el primer clímax de la noche, el primer orgasmo de esa marcha de regocijo que nos esperaba.
    
    Completamente satisfecha y plena, me dejé tomar por mi hombre, quien aumentó la fuerza de su embate y a quien le ordené que su eyaculación debía ser dentro, viendo a los ojos de Ernesto: -lléname de tu semen, que lo quiero dentro para que esa verga entre, déjame toda tu leche dentro por favor.
    
    Como respuesta mi amante se levantó, sin sacar su pene del fondo de mi orificio, me puso en 4, jadeando como un animal, me sostuvo el hombro con una mano y la cintura con la otra, era en ese momento un instrumento de su placer. Eyaculó, lo sentí, mucho calor, hervía mi interior, el semen trataba de hacerse paso, era tanto que empujó levemente la verga hacia afuera. Con una sensibilidad extraordinaria, pude ver ese pene desbordando mi interior. El, jadeaba y yo gemía de gusto, los dos desorbitados, llenos de placer, llenos de deseo que sería saciado por partes, durante la noche.
    
    Y así, después de revivir eso en la recámara, después de limpiarme y volver a pintar mis ojos, amarrar mi pelo, lavar mi sexo y mi ano y ponerme la única prenda que usaría el resto de la noche: mi tanga azul. Le di un sorbo largo al whisky y le dije a Ramón: ¿vamos?. se levantó de un salto de la cama, me tomó de la cintura y salimos a encontrarnos ...
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