Fecha: 17/09/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... miembro aún flácido, y aún así, era denso y pesado, grueso, desde encima del pantalón podía sentir su desigual y deliciosa textura.
Me levanté de entre ellos dos, le di un beso a Daniel y otro a Alejandro y fui directo a Ramón, que se levantó de su sillón y se encaminó al centro de la sala a besarme, como un loco, empedernido, extasiado, ebrio de deseo, me deje abrazar por la cintura; era más alta que él con esos tacones, se sujetó fuerte de mi mientras yo desabroché el único botón de la falda, dejándola caer, a la vista de todos, mostrando mis piernas, mis muslos y mi ancha cadera, Ramón tomó mis nalgas con fuerza, partiéndolas desde la mitad, para mostrarle a los asistentes que debajo de la tanga negra había una joya roja de un diámetro enorme, evidencia de lo que habitaba dentro de mi y que anunciaba la disposición de una noche de placer extremo.
El beso con Ramón duró mucho, nuestra saliva ya llenaba nuestras caras, y el lápiz labial ya se había difuminado; me mordía el cuello y le mordía el pecho. que se asomaba mientras desabotonaba esa camisa blanca que después limpió mi cara del semen de los cinco.
Le besaba y lamía el cuello, acariciaba su torso, bajé a lamer su panza, en cuclillas, mis rodillas separadas y mi cadera hasta abajo, sin la falda, pero aun con los tacones y la blusa puesta, desabroché el pantalón de Ramón, escuché el suspiro de los demás, y uno de ellos chocó su copa con su compañero.
El pene de Ramón saltó delicioso, me buscaba, tenía horas ...
... esperando éste momento, desde que lamía mi culo para ensartarle el primer plug.
Levanté su verga, para admirarla, para lamerla desde la base, hasta la punta, de abajo a arriba y rematar con un beso con la boca abierta en sus testículos. Metí ese glande rojo y palpitante en mi boca, mientras desabotonaba la blusa, que Alejandro me quitó por completo.
Le quité los zapatos a mi hombre, le bajé por completo los pantalones, los aventamos, y agarrando sus nalgas, le incité a que se hincara frente a mi. Él bajó y puso una rodilla en el piso dejando la otra arriba, delicia para lamerlo todo, y fue ahí, cuando tuve que agacharme, bajando mis rodillas al piso y levantando mi culo al aire.
Ramón, extasiado, mientras sus manos recorrían mi espalda arqueada, comenzó a mover su cadera hacia adelante y hacia atrás, penetrando mi boca con fuerza, sus testículos golpeaban mi barbilla, llenos ya de saliva que escurría a chorros desde mi cara y desde esos deliciosos huevos llenos de semen. Le quité la mano derecha que tenía en mi cabeza y se la llevé hacia atrás mío, yo, hincada, penetrada por la boca y con el ano al aire, con un plug dentro, necesitaba atención, quité la tanga haciéndola a un lado, indicándole a mi semental la acción a seguir: divertirse con el juguete hasta sacarlo por completo.
Y así fue, el plug se movía a su disposición, lo jalaba hacia afuera, haciendo que mi piel se distendiera por completo, mi ano cerrado en la base, pero la evidencia de una pieza de unos 3 ...