1. El regalo: Un antes y un después (Séptima Parte)


    Fecha: 16/09/2022, Categorías: Infidelidad Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... observándome.
    
    —Hola, ¿Y esto? ¿Lo compraste? ¿Con qué dinero? ¿Ya comiste?
    
    —Hola, esto es un sofá cama. Me lo regalaron y no, no he comido. —Respondí a sus preguntas en respectiva secuencia y sin mirarla.
    
    —OK, voy a bañar a los niños y luego a dejarlos en sus camas. —Y salió de allí.
    
    Me fui a nuestra alcoba para tomar mi almohada y entonces sobre la cama, vi tres bolsas grandes y dos medianas. ¡Hummm! Revisé con apuro el contenido. ¿Vestidos nuevos? Dos. No, ¡Tres! ¿Zapatos nuevos? Sí. Dos pares. ¿Y con cual dinero? Abrí las puertas del armario y de la parte superior bajé una colcha y un juego de sábanas. Entre tanto se escuchaban los gritos a manera de juego de mis dos niños en el baño junto a su madre. Tenía hambre así que después de dejar ordenado mi nuevo lugar para dormir, fui hasta la cocina y allí encontré un plato frío con restos de la pasta de la noche anterior y rebanadas de pan. Lo metí en el microondas y destapé una cerveza…
    
    —Ya se durmieron los niños. Ya regreso y hablamos. —Dijo Silvia con el manojo de llaves en su mano derecha y en la otra su móvil más el pequeño monedero.
    
    Yo seguí comiendo. —¿Vas a salir? —Le pregunté.
    
    —Sí, voy hasta la farmacia, no me demoro. Se me acabaron hoy las toallas higiénicas. —Respondió sin mirarme, abriendo el portón. —¡Ufff! Pero qué alivio. —Le dije yo.
    
    —¿Perdón? —Me respondió con aquella pregunta llena de apatía y su cuerpo ya fuera en el pasillo. —Sí, pues es que así me ahorro un dinerito en pruebas de ...
    ... paternidad.
    
    —¡Eres un estúpido! —Lo dijo enfadada y con una mirada de rencor, que si pudiera me hubiera tragado sin mascarme, pero cerró con suavidad la puerta. Lo sé, fui bastante ofensivo pero el resentimiento, la desilusión, los recuerdos, me avasallaron la razón.
    
    Cuando regresó después de una media hora me encontró Silvia ya bañado y en bóxer, dispuesto dormir, con la luz apagada en la alcoba, la puerta a medio cerrar.
    
    —Y entonces ya veo que lo tienes todo decidido, Acaso no querías que habláramos y me dejaras explicarte. ¿Todo? —Mira Silvia, le respondí. –Ya no me interesa. Lo tengo todo muy claro.
    
    —Sí por supuesto. Tan claro para culparme por cosas que te imaginas. ¿Las cochinadas que tú crees que he hecho con mi jefe? Hoy fui a almorzar con él porque necesitaba mi ayuda para unos regalos para su esposa. —Entre él y yo solo existe una relación laboral, nada más.
    
    —¿En serio Silvia? Mira que te di todo el dia para que pensaras con claridad, fui para invitarte a almorzar pero claro, tú no estabas tan triste ni compungida por la situación con tu marido. Mejor irte a almorzar con ese tipo. ¡Claro! Para agradecerle que te trajera sin peligro en la noche después de… ¡Ahh! y también por el hermoso arreglo de rosas.
    
    —¿Y regalos para su esposa? ¡Jajaja! en serio crees que soy tan estúpido para no haberme dado cuenta de los vestidos que compró… ¡Son para ti! Martha su esposa, es más alta que tú. Hoy la vi también.
    
    —Las flores… no sé Rodrigo… Solo llegaron. Es ...