... breves segundos, antes de reanudar el diálogo mudo de sus labios, unos junto a los otros.
Ahora además de sus labios él buscaba el contacto con su lengua, al tiempo que sus manos bajaban a los hombros y de ahí, mientras se separaba un poco para seguir mirándola a los ojos, ir bajándolos a lo largo del vestido. Al llegar a su cintura rodeó su culo con sus manos, agarrándolo con fuerza. Ella respondió con su boca, sus labios, apretándolos con más fuerza a los de él.
Con un movimiento brusco, él la llevo a la pared, apoyando la espalda de ella y tomando sus brazos por los antebrazos agarró sus muñecas. Con ambas manos levanto sus brazos y pasó a agarrar sus muñecas con su mano izquierda, las apretó contra la pared. Ahora, su mano derecha, libre, recorrió sus pechos, pellizcando y acariciando los duros pezones. Estos se endurecieron aún más mientras ella comenzó a gemir. Siguió bajando su mano hasta que pasó por debajo del vestido, llegando a meter su mano por debajo de este. Notó sus bragas, su caliente entrepierna, por lo que trató con sus dedos acariciar suave pero firmemente su vulva. Los gemidos se hicieron mayores, y la sensación de humedad se apoderó de sus dedos. Volvió a atacar su boca, sus labios y con la mano derecha recorrió sus otros labios. Durante un par de minutos no se movieron de esta postura, hasta que el sus cuerpos les pidieron cambiar de ubicación.
Él se separó y con la mirada invitó a ella a ir hacia la cama, lo que ella hizo paso a paso, ...
... lentamente, quedando ambos junto a la cama. Ella aprovechó para quitarle la chaqueta y comenzó a desabrochar su camisa, mientras él seguía recorriendo su cuerpo con sus manos, modelado por el vestido, parando en sus pezones, en su culo y en cada uno de los rincones de su cuerpo.
Ella se sentía muy excitada y quería proporcionarle a él la misma sensación con lo que se puso de rodillas frente a él. Él la tomó de su barbilla, dirigiendo su mirada a la de él. Con las manos comenzó a desabrochar los pantalones, llegando al bulto que sobresalía de sus calzoncillos. Introdujo sus dedos por debajo de la goma de su cintura y se los bajó. La polla se irguió en cuanto se vio libre de ataduras y ella no tardó en tomarlo con sus finos dedos. Tras echarle otra mirada abrió la boca, y dio un lametazo a lo largo de la dura y caliente polla. Al llegar al capullo abrió la boca todo lo que pudo y bajando la mirada la engulló por completo, lentamente. El calor de su boca hizo aumentar aún más la erección, llegando al máximo estado de excitación. Recorrió su polla en suaves y continuos movimientos, no dejándole tocar su cabeza, con lo que él pudo terminar de quitarse la camisa. Después de un par de minutos ella seguía mamándola la polla con lo que decidió invitarla a parar, temiendo llegar demasiado pronto al orgasmo.
Ella lo entendió y dejó su polla, mientras se ponía de pie, quedando el uno frente al otro, Se fundieron en otro efusivo beso, donde él puedo notar el sabor de la reciente mamada en su ...