1. Femdom de cuarentena. De novio a esclavo en castidad (5)


    Fecha: 20/08/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: iñigogom, Fuente: CuentoRelatos

    ... pudiera haber sexo normal. Por último, le trasladé mi opinión de qué había que tener cuidado de que el aspecto femdom de la relación no invadiera otros aspectos de nuestra vida en pareja, ni la redujera a la vida sexual. El femdom molaba, pero no podía quitar el hecho de hacer una vida en pareja relativamente normal, como hacer planes juntos, salir a cenar, o viajar. Nuria me dijo que estaba completamente de acuerdo, y que había que tener mucho cuidado con ello. Sin embargo, no la vi muy convencida, pero no le dije nada.
    
    Yo seguía con el plug con cola en mi culo, y le comenté a Coral si quería que lo siguiera usando. Me dijo que sí, y me dio un beso. Tenía que acostumbrarme a llevarlo, para dilatar más mi ano y poder follarme más profundamente en los próximos días.
    
    Así fue. Durante los siguientes días, llevé los plugs durante bastantes horas al día. Al quinto día, ya llevaba el más grande. No me resultó fácil acostumbrarme. La sensación era la de querer ir al baño, con ganas de cagar. Así al menos lo interpretaba el cuerpo. Cuando efectivamente tenía que cagar, me quitaba el plug para ello, lo cual me dejaba una sensación de vacío muy muy agradable. Con el paso de los días, esa sensación de vacío se hacía cada vez más intensa y extraña. Para mi cuerpo ya era casi tan normal tener el ano penetrado como no tenerlo. Al sexto día, probé también por la noche, y unido a la jaula de castidad, me resultó insoportable. No pegué ojo en toda la noche y así se lo manifesté a Nuria. ...
    ... Ella insistió y probamos una segunda noche pero seguí igual de mal, por lo que decidió que al menos por ahora, durante las noches no tendría que llevar los plugs.
    
    Durante esos días, además del progreso con los plugs anales, también siguió mi tortura con la jaula de castidad, aunque la rutina varío también. Nuria había leído que es necesario liberar la polla de la jaula al menos una vez al día durante unos minutos, para evitar problemas de higiene y también para evitar futuros problemas de disfunción eréctil. Por lo tanto, por la noche, mi miembro era liberado, y yo me lo limpiaba y frotaba con una crema hidratante. También, por petición mía, Nuria me dejaba restregar la polla un rato contra su culo, pero sin nunca poder penetrarla, aunque yo esperaba que antes o después sí me dejara hacerlo, al menos durante un rato. Debido a la jaula, ahora tardaba más tiempo en tener una erección, pero una vez la tenía, era difícil de bajar.
    
    Sorprendentemente, lo que siempre funcionaba para bajar la erección era que me follara por el culo. No sé explicar porqué, pero mi polla simplemente perdía la erección después de apenas un minuto de ser penetrado con el dildo, metiéndolo y sacándolo lentamente. Al parecer, Nuria había leído al respecto en internet, y le pasaba a muchos hombres, por lo que era una manera eficaz de volver a poner la jaula de castidad en su sitio.
    
    Por lo demás, la rutina no variaba demasiado. Como Nuria no tenía tanto lívido como yo, le había cansado el tener que ...