Sumisión ante mi pueblo
Fecha: 26/06/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... cuidado de sus pezones y cuando estos estaban rojos y crecidos colocó sobre ellos dos pinjas. La condesa más que quejarse puso cara de placer. El verdugo le dio la vuelta y con una vara empezó a azotar las nalgas de la desdichaba que aunque su respiración se aceleró fue el único de los torturados que en vez de gemir se relamía de la situación, parecía disfrutarlo.
La azotó con la vara más de 10 minutos para pasar a continuación al látigo, del cual he de reconocer que era un virtuoso el verdugo. Minuto a minuto fue marcando el cuerpo de la condesa, primero las glúteos, después la espalda, mas tarde el interior de las pantorrillas y por últimos los brazos. No soltó un solo quejido, pero en un momento dado se le acabaron las fuerzas y quedo colgada del poste por sus encadenadas muñecas.
El verdugo la soltó y dejo que su cuerpo cayese. La espabiló con un cubo de agua. Cuando la volvió a levantar el agua caía por su cuerpo, en especial por su negra pelambrera en la entrepierna.
La coloco apoyada sobre un potro con el pecho pegado a él. Ató su muñecas a las patas delanteras del mismo y sus piernas a las traseras, la dejo en esta posición un buen rato dejándola sufrir con los amarres tirantes.
El verdugo se sacó su polla y sin miramientos le penetró el coño mientras tiraba de su cabellera hacía atrás. Emma gemía mientras era violada, el verdugo resulto ser un semental, buena polla y mucho aguante. La mujer apretaba sus puños a cada embestida. Ante la sorpresa de todos, ...
... la condesa empezó a tener una cantidad inmensa de espasmos, su piel desnuda se erizaba mientras daba un gemido largo y profundo y de su coño caía un chorro de liquido que nunca había visto en mi vida. El verdugo siguió un poco más hasta correrse momento de ella, momento en el que cogió un cuchillo que sacó de su bota y rebanó el pescuezo de la condesa que dio un ultimo respingo.
Por mi entrepierna caía una catarata de flujo, estaba chorreando, jamás había disfrutado viendo algo en mi vida, estaba extremadamente excitada y no pude más que levantarme y dar una única orden.
- manda a Eric a mis aposentos.
Me dirigí hacía mi alcoba, me desnudé, me puse a cuatro patas y esperé no más de un minuto a que Eric, uno de los miembros de mi guardia personal, entrase en la habitación, se desnudase y agarrándome por las caderas me penetrase hasta el fondo.
- tírame de los pezones – le dije mientras empezaba a envolverme en un placer fruto de la penetración y la excitación de ver a Emma, la sucia Emma flagelada.
Eric me bombeo son fuerza, como a mi me gusta, durante más de 15 minutos. Sabía que dejarme sexualmente insatisfecha le traería problemas.. Cuando su esperma caliente regó mis nalgas, sinceramente no sabía ni donde estaba.
Dormí hasta la mañana siguiente. Me desperté curiosamente excitada, pensé en volver a llamar a Eric, pero con mis dedos índice y medio solucioné yo sola el problema gritando de placer al llegar al orgasmo.
No pude durante todo el día quitarme ...