Joder con la suegra!
Fecha: 13/06/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... con lo que estiraba sus pezones y los de Berth.
Luego le tocó el turno a Berth, haciendo lo mismo en sus labios. Ahora que me fijaba bien a Berth, se le estiraban mucho más los labios que a Stefy.
El resultado fue el mismo, sus pezones sufrían los continuos movimientos de Berth al recibir los golpes en los labios.
Cuando terminó este tratamiento con la misma vara las estuvo azotando las tetas por debajo, dándoles algunos varazos también arriba que tiraban aún más de sus pezones hacia abajo. Se lo repitió a las dos. Yo suponía que a esas alturas los pezones ya serian una masa de carne totalmente prensada.
El hombre decidió poner final a ese tratamiento.
Las quitó las pinzas de todos lados, y las soltó de la cruz. Ahora se fue para el potro.
Quitó la parte de arriba, y dejó al descubierto una cuerda con nudos hechos, al estilo de las cuerdas para escalar.
Las puso a las dos sobre la cuerda. Esta pegaba justo en sus coños. Se metía por la raja.
No entendía en que consistía este tratamiento, pero no iba a tardar en descubrirlo. Les sujeto los tobillos a las patas del potro, y accionó un interruptor.
La cuerda con los nudos empezó a moverse en un principio despacio. Cada vez que un nudo pasaba por sus coños, las dos instintivamente intentaban sin éxito moverse hacia arriba.
Poco apoco la cuerda iba incrementando la velocidad. Yo suponía que las tenía que estar abrasando el coño por el roce.
Las dos gritaban como locas, mientras la cuerda iba ...
... cogiendo su máxima velocidad.
Las mantuvo así como cinco minutos.
Cuando terminó paró la máquina, y las soltó del potro.
Si dijera que de su coño salía humo, seguro que no me equivocaba.
Las sujeto por las muñecas a los ganchos de la cruz, y las dijo que abrieran bien las piernas, y con las botas negras de cuero que llevaba, las dio 10 patadas a cada una en el coño.
El castigo estaba siendo tremendo, intensísimo. Yo sobre todo tenía miedo por Stefy, porque la quedaran marcas y no se la quitaran antes de que volviera su marido.
Después de las patadas, el hombre se desnudó, y las puso a las dos de rodillas a mamarle la polla.
Cuando lo hicieron las puso a las dos a cuatro patas en el suelo se puso un condón, y empezó a follarlas coño y culo alternativamente.
Luego las cambio de posición poniéndolas boca arriba.
Las estuvo masajeando el clítoris, hasta que las dos lo tuvieron erecto, en ese momento, la puso a cada una un estirador de pezones, que en este caso fue de clítoris. En definitiva, era una estructura
cilíndrica de aluminio, compuesta por cuatro patas, un aro abajo y arriba un tornillo del que colgaba una pinza de presión que llegaba hasta el aro de abajo.
Ya solo la presión de la pinza en el clítoris tenía que ser muy dolorosa, máxime cuando accionó el tornillo para estirarlas el clítoris un buen trozo.
Luego sacó del bolsillo del pantalón una bolsita negra. La abrió y sacó de ella un aro que por un lado estaba liso, y por el otro una ...