Cornudo enamorado
Fecha: 30/05/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... profundo y absorber toda su escencia, su divino aroma.
- Martín es un semental – comenzó a decir, mientras con su manito acariciaba mi abdomen y bajaba lentamente – me coge durísimo, y no sabes como la tiene! Gruesa como un desodorante bebé, enorme.
Con la mano que le sobraba comenzó a frotar despacito su clítoris, movimiento que la hizo mojarse más y comenzar a inundar mi rostro.
- Vos sabes que no podés satisfacerme bebé... te amo, pero soy mucha mujer para vos.
Yo no podía hablar, pero asentía con la cabeza. Estaba derrotado, humillado, aceptando que ella tenía razón, pero aún así estaba excitadísimo.
- Es varios años mas chico que vos, pero no sabes lo hombre que es! Tremendo bebé. – comenzó a contarme mientras aumentaba el ritmo y comenzaba a gemir cada vez más. – el otro día me vio salir del baño y le hice lo mismo que te hice a vos hoy, pero sabes que hizo el? Se levantó de la cama, y así como estaba contra la pared meneando esta colita me agarró fuerte de la cintura y me la metió hasta el fondo. Ni me preguntó! No sabés lo que fue sentir semejante pedazo de carne hasta el fondo, increíble bebé. Y me cogió sin parar hasta que acabó adentro, y me hizo acabar como tres veces. Dios mio, me temblaban las piernas, y me chorreaba lechita por los muslos. Encima me dio tremendos chirlos que me dejaron toda la colita roja! Y me pellizcó los pezoncitos bebé, no sabes como me dejó. Me sentí bien putita y bien usada, que lindo se siente. Me dijo que era su putita y ...
... me hizo chupársela ahí mismo, de rodillas.
Volvió a contorsionarse entre gemidos y acabó por segunda vez desde que había empezado a contarme la historia. Yo permanecía acostado, resignado, lamiendo su culito mientras ella seguía masturbándose con mi cara. Solo una vez en toda nuestra relación Valeria me había chupado la pija, y lo hacía de mil maravillas, pero no me había permitido acabarle en la boca sino que me hizo terminar con mi mano. Sentía humillación y envidia. E impotencia, mucha impotencia.
- No me entraba en la boquita amor! – siguió, ya entre puro gemido y respiración agitada. Se la chupe toda, hasta me pegó con la pija en la carita, y me hizo mirarlo todo el tiempo a los ojos. Ufff, que pedazo de macho! Me llenó toda la boquita de leche y me hizo tenerla un rato y mostrársela. Y yo sacadita bebé, re putita estaba. Jugué en mi boca con la lechita y me la tragué toda. Un poco se me cayó y para que no se enojara me la refregué toda por la carita y las tetas. Le encantó!
Cuando terminó de contarme la historia de cómo me metió los cuernos acabó en un tercer orgasmo bestial, y cayó rendida en la cama. Yo no sabía que hacer ni que decir. Fue entonces que, después de mucho tiempo, sentí su manito tibia en mi pija.
- Ay estoy mal acostumbrda – dijo entre risitas – la de Martín es mucho mas grande, la tuya me entra completita en la mano, y casi ni se ve, mira! Jaja.
Yo permanecí en silencio, y mi pito endureció aún mas entre sus dedos.
- Mirá como te deje ...