... la habitación.Ella no se levantó, se quedó estirada boca abajo con el culo en pompa rebosando leche. Yo paré de grabar y me bajé del escritorio. Quizás en poco tiempo esta grabación me abriría muchas puertas y, concretando, las que estaban entre las piernas de mi hermana Edith.¡¡Esos niñatos no son humanos!! ¿¡Dónde está su límite!?*Edith*Las gotas de semen se deslizaban por el interior de mis muslos haciéndome cosquillas. Aún podía sentir los últimos espasmos de placer recorriendo mis músculos. Había perdido la cuenta de las veces que me había corrido. Debía levantarme, ir al baño y lavarme pero se me hacía tan difícil levantarme…Mis extremidades no reaccionaban, no querían obedecer las órdenes que les daba mi cerebro. Cerré los ojos exhausta sin importarme el quedarme dormida desnuda en aquella postura.Sin embargo me acabé levantando, me dolía todo y no tenía ganas de nada. Cada nuevo movimiento era un esfuerzo titánico que me costaba un suspiro. Caminé con dificultad, me costó muchísimo vestirme. Me dirigí al baño pero estaban los gemelos dentro.Piqué varias veces procurando no hacer ruido, uno de ellos no tardó en abrir la puerta y como no, desnudo.— ¿Qué estáis haciendo? —pregunté sin fuerzas para enfadarme siquiera. Me notaba demasiado apagada y solo tenía ganas de ducharme e irme a la cama.— Nos llenaste de babas y nos estábamos bañando.Tuve que hacer un esfuerzo por no encenderme, pero de la rabia.— A ver si lo he entendido. Estáis invitados en una casa ajena, y ...
... no se os ocurre nada mejor que bañaros… ¡De mad**gada! —dije perdiendo el control de mi voz— ¿Y de mad**gada? —La cara del niñato ese se tiñó de miedo. Ambos se secaron y vistieron sin decir palabra, bajando al comedor sin hacer ruido. No di un portazo del enfado que me entró porque no quería despertar a mi padre.La bañera estaba llena, y habían vaciado jabón dentro… ¡Los iba a matar!Me metí en el agua; estaba tan exhausta que me daba igual bañarme en el mismo agua que ellos. Me zambullí para descubrir una temperatura agradable y una fragancia producida por el abundante jabón en el agua.Apoyé mi nuca en el respaldo de la bañera mientras acariciaba y frotaba suavemente el interior de mi vagina para limpiarla lo mejor posible y evitar riesgos, aunque si tenía que pasar algo iba a pasar por mucho empeño que pusiese en esa limpieza.Mis ojos se fueron entrecerrando hasta que fui incapaz de dejarlos abiertos, perdiendo la noción del tiempo y del espacio.Unos golpes en la puerta me despertaron, el agua seguía caliente por lo que no debía haber dormido demasiado. El cuerpo me pesaba incluso más que al dormirme y mis ojos se cerraban de nuevo, otros golpecitos en la puerta cargados de impaciencia me terminaron de espabilar.No tenía fuerzas ni para hablar, ese baño tan caliente me había relajado tanto que me había dado un bajón de los gordos.— ¿S-Sí?— Tengo que entrar en el lavabo —Le oí decir a mi hermano.— ¿No puedes aguantarte un poco? —pregunté maldiciéndole interiormente.— No ...