1. Enseñando a La señorita R


    Fecha: 23/03/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    ... aparto a un lado y sus dedos se deslizaron en busca de su vagina. Le metió dos dedos y los saco y me los enseño totalmente mojados. Mi sumisa negaba con la cabeza. La joven acaricio los pechos de mi amiga y fue subiendo besando el cuello, la cara, las orejas y finalmente la beso en la boca. Observe que oponía resistencia. La sumisa siguió insistiendo hasta que finalmente sucumbió y abrió la boca, dejando que las lenguas se juntaran.
    
    No tardó mucho en pedir permiso para correrse, se lo negué. La sumisa que la estaba comiendo no fue misericordiosa y prosiguió al mismo ritmo. La señorita R me miraba suplicante y yo le hacía señas con la mano de que aguantara. La verdad es que estaba haciendo muchos esfuerzos para contenerse.
    
    Yo- Puedes correrte– le dije cuando me pareció que no aguantaba más-
    
    No tardo ni treinta segundos en tener el orgasmo. Fue tremendo, se agito todo lo que permitían sus ataduras y sus ojos pasaban de estar en blanco a estar cerrados
    
    Una vez que termino, me levante y desde la puerta indique:
    
    Yo- Aséate y te espero en la barra.
    
    Nos fuimos del club sin dirigirnos la palabra. Nos montamos en el coche y nada más arrancar comenzó a hablar.
    
    R- Eres un cabrón –me dijo-
    
    Yo- Lo sé –conteste-
    
    R- Pero ha sido brutal. Nunca me había corrido de esta manera.
    
    Yo- Por lo que estabas preparada.
    
    R- No sé, supongo –respondió con cierta ingenuidad-
    
    Yo- Ya sabes lo que me gusta.
    
    R- ¿Soy tu sumisa? –me pregunto-
    
    Yo- No, aun no. Eso lo ...
    ... tienes que decir tú y yo aceptarte como tal.
    
    Se quedó callada. Le di dos o tres minutos para que pensara.
    
    Yo- ¿Me llevas a tu casa o vamos a la mía?
    
    R- Soy tuya, tú decides –me contesto-
    
    Yo -Mira pequeña, es una decisión que te cambiara la vida, tienes que estar segura y además yo también debo estar seguro de ti –le dije-
    
    R- Pero…
    
    Yo- Escucha –proseguí- ser sumisa no es solo pasarlo bien, tendrás que obedecer en todo y muchas cosas no te gustaran, yo debo tener la certeza que no te negaras a nada. Siempre podrás dejarlo. La misión de la sumisa es obedecer y complacer a su dominante.
    
    R- Podemos intentarlo y ver qué pasa.
    
    Yo- Está bien, vamos a mi casa y de lo que suceda esta noche, tomaremos una decisión.
    
    Había salido mejor de lo que había planeado, no pensaba ir tan lejos, pero se había precipitado todo.
    
    En casa tomamos una copa, pretendía que se relajara.
    
    Yo- Esta noche –le dije- vas a tener lo que llevas deseando desde la primera vez que salimos Te voy a penetrar.
    
    R- ¡Por fin!
    
    Yo- No te alegres tan rápidamente. Sera la prueba que te pido para ver si de verdad estas dispuesta a ser mi sumisa. Lo voy hacer analmente.
    
    R- Pero eso duele, según dicen, además yo no lo he hecho nunca.
    
    Yo- Claro, que te va a doler las primeras veces, hasta que tu esfínter se acostumbre y se dilate de forma natural, luego sentirás cosas y con el tiempo lo disfrutaras y quizás llegues al orgasmo.
    
    R- Tengo miedo, de verdad, me vas hacer daño y yo no quiero ...