1. Perversión


    Fecha: 28/02/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    ... falta
    
    Pero yo, acercando mis labios al lóbulo de su oreja la tranquilicé diciéndole que yo estaba donde tenía que estar en ese momento. Sin esperar su respuesta, y dispuesto a quemar mis naves, me giré para coger la sal, eché un poco de la misma entre su cuello y su hombro, y antes de que pudiese reaccionar procedí a succionarla golosamente con labios y lengua desde la clavícula hasta su oreja. Ella se estremeció, entre sorprendida y excitada, y antes de que reaccionara apuré el chupito y a continuación coloqué la rodaja de limón entre sus dientes – ella la mordió como una autómata- y procedía a comérmela, tanto como su boca. Ella cerró sus ojos, empezó a corresponder al beso y a gemir de gusto mientras se inclinaba más hacia mí y sus manos rodeaban mi cuello para que no escapase. Sabiendo que ya no había marcha atrás tiré el chupito al suelo y pasé mis manos bajo su camisa para agarrar sus nalgas y empezar a amasárselas mientras sus tetas y pezones – que notaba ya duros- se empezaban a restregar contra mi torso. Pasado un rato de comernos desenfrenadamente la boca separamos nuestras caras apenas unos centímetros para coger aire, y abriendo los ojos, excitada y ruborizada como estaba, me dijo
    
    - Mira, llevo mucho tiempo haciendo el amor con mi pareja y necesito que me follen, llenar tu cara con mis fluidos y tragarme todo lo que salga de tu cuerpo, estoy más caliente que una estufa.
    
    Yo me levanté para poder sacarme cómodamente los jeans y el bóxer, mientras ella no ...
    ... dejaba de pasarse la lengua por los labios, mordiéndoselos y mirándola fijamente le repliqué
    
    - Aquí donde tu chico te hizo llorar yo voy hacer que grites de placer, y si quieres polla ya puedes ir desnudándote y poniéndote a cuatro patas sobre el sofá para que te monte desde atrás como a la perra que eres
    
    La señorita R, que estaba sacándose la camiseta por el cuello, se detuvo al oírme tratarla de aquella manera tan ruda, pues nuestro efímero affaire de hace años había sido bastante sexualmente hablando bastante convencional, pero enardecido como estaba, y decidido a follármela a mi gusto o perder la oportunidad y hasta la amistad, le di un leve cachete en uno de sus pechos y le urgí
    
    - Venga zorrita, que yo no soy tu chico ni tengo toda la noche, a cuatro patas frente al espejo ya o me marcho y te masturbas sola para bajarte el calentón.
    
    Ella, tras dudarlo apenas un instante, se quitó el tanga, se dio la vuelta y abriendo las piernas, poniendo el culo en pompa y girando la cabeza me dijo por encima del hombro
    
    - De acuerdo diablillo, a ver si eres tan buen semental como te recuerdo y me dejas tan bien follada como necesito
    
    Yo solté una carcajada, le di una sonora nalgada – que la hizo gemir de excitación más que de dolor- y agachándome tras ella acerqué mi cara a su sexo para proceder a comérselo. Estaba brillante, pues a buen seguro llevaba mojada desde antes de que me invitara a subir a su casa, completamente rasurado, con ese calor, de hembra salida a la ...
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