1. Perversión


    Fecha: 28/02/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    ... espera de que su macho la montase… le abrí las cachas con mis manos y le metí la lengua desde el ano hasta el clítoris, penetrando sus labios hacia adelante y hacia atrás media docena de veces, mientras ella suspiraba y me decía
    
    - Siii, por los dioses, que gusto, joder… Sigue chupándome así cabrón, que me derrito
    
    En el acto yo dejé de comerla y comencé a juguetear con mi miembro venoso en su sexo…. Apenas metido el glande – que más que meter yo fue succionado por ella echando las caderas hacia atrás- me detuve y sujetándola las caderas para evitar que se empalase ella sola le contesté
    
    - Primero, aquí se hará lo que yo diga, no lo que tú quieras, y segundo, ¿Quién es el cabrón aquí?
    
    - Tú, gimió… un diablillo… pero fóllame ya…
    
    Yo me eché a reír, retiré mi polla y pasándosela arriba y abajo a lo largo de su encharcado coño le dije:
    
    - Muy bien, ya sabes quién soy en realidad, y dime quién eres
    
    Ella, completamente entregada y fuera de sí por el alcohol y la calentura que tenía, ya no dudó en contestarme
    
    - Soy una golfa salida y necesitada de polla que quiere que la follen y la hagan correr como una loca...
    
    Ahora sí la ensarté de un golpe hasta el fondo, notando su coño caliente y mojado inundar mi polla, y mis huevos depilados tocando sus muslos… Ella, fuera de sí, empezó a gritar más que a gemir en voz alta de puro gusto, mientras yo la embestía cada vez más fuerte y más excitado viendo su cara de gusto reflejada en el cristal, sus grandes tetas ...
    ... balanceándose y su coño atravesado una y otra vez por mi polla… al poco su cara pareció descomponerse, se puso rígida y berreando como una cierva en celo empezó a correrse aullando
    
    - Síííí… joder, me corro… que gusto…
    
    No aguanto, sus brazos dejaron de sostenerla y enterró su cara y sus tetas en el suelo, mientras su culo permanecía expuesto puesto que yo la sujetaba por las caderas impidiéndole derrumbarse. Continué ensartándola salvajemente presa de mi propia excitación, sintiéndome aún más cachondo todavía al notar mi polla encharcada en un mar de flujos vaginales que se escurrían fuera de su sexo y resbalaban desde mi rabo hasta mis depilados huevos, y al oír el chop, chop que sonaba cada vez que se la empujaba hasta el fondo, como si quisiera metérsela tan al fondo que pudiera sacársela por la boca. Inclinándome hacia adelante, la agarré del pelo con la mano izquierda y tiré de su melena para hacerle levantar la vista hasta el espejo, mientras con la derecha empecé a azotarle las nalgas y le pregunté:
    
    - ¿Gozas, zorra?
    
    Ella, con la mirada perdida de puro vicio, cachonda perdida y camino de su segundo orgasmo, respondió:
    
    - Si, joder, que ganas tenía de que me echaras un buen polvo, llevo años haciéndome dedos pensando en ti y fantaseando con este momento, y aún es mejor de lo que me imaginaba.
    
    Y gruñendo como una cerda, la cara desencajada de placer y roja como un camarón empezó a soltar orgasmos de nuevo, dando unos alaridos que sus vecinos no debieron dejar de ...
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